EE.UU. ya ahorra 1.000 millones de dólares al día con sus recortes

Las críticas de los demócratas al poder supuestamente desmedido de Elon Musk en la Casa Blanca no parecen afectar a Trump. El presidente defendió abiertamente al magnate, quien está a cargo del proceso de recortes, y dejó claro que no hay decisiones fuera de su control. «Los recortes solo se hacen si yo los ordeno», aseguró Trump. Cuando se le refirió a la portada de la última edición de la revista 'Time', que ilustra a Musk sentado en el escritorio del Despacho Oval, Trump se encogió de hombros, hizo una mueca y se limitó a responder: «No sabía que 'Time' aún estaba en circulación, qué sorpresa».

Trump se declaró satisfecho con los recortes en marcha, incluido el virtual desmantelamiento de la Agencia de Cooperación y Desarrollo (USAID) y los despidos en los Institutos Nacionales de Salud y la Agencia de Protección Ambiental. Describió el gasto superfluo detectado y la ineficiencia hallada como «antológicos».

«Estamos hablando de billones, trillones de dólares que se gastan de forma innecesaria, tal vez ilegal, yo hasta diría criminal. Estoy muy orgulloso del trabajo de esta gente joven, lo hacen porque se lo he encargado. Tal vez sería más fácil no meterse en esto, pero hay que hacerlo, es necesario», afirmó Trump.

Trump también respaldó a Musk en medio de un escándalo que sacudió brevemente a su equipo. Un joven ingeniero, involucrado en el ambicioso plan de recortes, fue despedido tras descubrirse que había publicado en redes sociales, bajo un seudónimo, mensajes racistas en los que afirmaba que los blancos solo deberían casarse entre sí y que las personas de otras razas deberían ser expulsadas del país.

A pesar de la polémica, ni Trump ni su vicepresidente, J. D. Vance, consideraron el asunto particularmente grave. De hecho, ambos recomendaron públicamente a Musk que reconsiderara la decisión y volviera a contratarlo, si él muestra arrepentimiento.

La de este viernes en varias apariciones aquí en la Casa Blanca fue la mayor muestra de apoyo de Trump a los recortes que ha encargado a Musk. Este último, consciente de que el presidente no tolera que nadie le haga sombra, le profesó su lealtad en su red social X: «Amo tanto a Trump como un hombre hetero puede amar a otro». Trump, preguntado por un reportero de Fox News si a su esposa le importaba ese amor, respondió entre risas que no creía que le molestara demasiado.

Musk ha dicho que está implementando en Washington la «Segunda Revolución Americana» y lo hace sin ser visible más allá de sus mensajes en redes sociales. No trabaja en el Ala Oeste, sino en el edificio de la vicepresidencia, donde ha tomado los despachos de la antigua Secretaría de Guerra junto a su grupo de jóvenes ingenieros.

Los jóvenes ingenieros y empresarios ligados a Musk han irrumpido en el gobierno con un acceso sin precedentes a sistemas y datos clasificados, generando alarma entre empleados federales, diputados y senadores. El llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés, nombre que coincide con una criptomoneda) presume de haber reducido ya en 1.000 millones de dólares diarios el gasto público, pero enfrenta denuncias por su posible impacto en servicios esenciales. Trump dice que esos recortes son motivo para celebrar.

Varios funcionarios han denunciado que empleados de DOGE han exigido acceso a bases de datos federales, generando preocupación sobre el manejo de información clasificada y la legalidad de sus acciones. Ingenieros veinteañeros, algunos recién salidos de la universidad, han sido reclutados para evaluar y eliminar funciones en agencias como el Departamento de Veteranos y los Institutos Nacionales de Salud, encargados de investigaciones y pruebas médicas.

Los demócratas no saben muy bien como mantener el ritmo de Trump. Algunos de ellos se han presentado en los ministerios afectados para protestar, incluida la secretaría de Educación, pero aquello no ha dado más que para una foto. Trump se refirió a ellos como «Escoria» y «responsables de la catástrofe que ha vivido Estados Unidos los pasados cuatro años».

Mientras tanto, con la oposición privada de cualquier margen de poder, incluido el Capitolio, Trump acelera los recortes y mantiene su oferta de bajas incentivadas para los dos millones de funcionarios, una medida sobre la que un juez se pronunciará el lunes por una denuncia interpuesta la semana pasada en Boston.