La dictadura venezolana declara en desacato a Edmundo González al no acudir ayer a una citación del Tribunal Supremo

Varios países, incluidos Estados Unidos y varias naciones latinoamericanas, han reconocido a Edmundo González como el ganador y han pedido a Venezuela que publique los datos electorales. Maduro, que ha pedido que González Urrutia y la líder opositora María Corina Machado sean encarcelados, llevó la disputa a la Corte Suprema para que su victoria sea «validada». Las autoridades electorales dijeron que habían entregado los datos electorales a la corte; ambas instituciones son ampliamente consideradas leales al gobierno de Maduro.

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González Urrutia, de 74 años, que había sido citado a comparecer ante el tribunal el miércoles por la mañana, dijo que dudaba de la imparcialidad del procedimiento. «Estaré poniendo en riesgo no solo mi libertad sino, más importante: la voluntad del pueblo venezolano expresada el pasado 28 de julio», dijo en las redes sociales. Según Maduro, «Si no me presento, incurriré en responsabilidades legales, y que si me presento y presento copias (de actas de votación), también habrá graves responsabilidades penales», añadió el opositor. Finalmente, La presidenta del tribunal, Caryslia Rodríguez, señaló su «incumplimiento de la citación».

Otros representantes de la coalición opositora sí se presentaron, como el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, quien exigió a la autoridad electoral «publicar los resultados finales». La oposición ha lanzado una página web con copias del 84 por ciento de las papeletas emitidas, que muestran una victoria fácil de González Urrutia. El gobierno afirma que son falsificaciones.

Simón Calzadilla, del Movimiento por Venezuela (MPV), que también apoyó a González Urrutia, dijo: «Ningún partido político sabe, 11 días después de la elección, cuál fue el resultado de la votación». También cuestionó la jurisdicción del tribunal para certificar los resultados.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reafirmó su afirmación de que González Urrutia ganó las elecciones durante una llamada telefónica al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el miércoles, según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Ambos «expresaron su preocupación por la seguridad y el bienestar de los líderes de la oposición después de las elecciones, y condenaron la violencia política y la represión, las detenciones indiscriminadas y la violación del debido proceso», dijo Miller.

La ONG Carter Center, con sede en Estados Unidos, cuyos observadores observaron las elecciones, dijo que había confirmado a González Urrutia como ganador después de analizar los datos disponibles de los colegios electorales. En una entrevista con AFP, Jennie Lincoln, jefa de la misión del grupo en Venezuela, también desestimó las afirmaciones de que el sistema electoral de Venezuela fue objeto de un ciberataque durante la votación.

La Corte Suprema, que citó a todos los candidatos, ha dicho que tomaría al menos 15 días para tomar una decisión. El diplomático retirado González Urrutia era poco conocido hasta que aceptó reemplazar a la enormemente popular Machado como candidata de la oposición en el último minuto, después de que a ella se le prohibiera presentarse. Machado también ha estado escondida, diciendo que «teme» por su vida, y solo hizo una breve aparición el sábado durante una protesta masiva de la oposición.

En una entrevista con los medios locales el miércoles, dijo que la oposición seguirá «avanzando» a pesar de que la represión de Maduro ha sido «masiva». «Aquí nadie se echa atrás y nadie está desmoralizado, al contrario, estamos comprometidos a cumplir los próximos pasos, a aumentar la presión desde el exterior», dijo Machado.

Maduro ha anunciado más de 2.000 arrestos desde las elecciones. Dos soldados también han muerto en las protestas. Un sindicato de prensa local dijo el miércoles que cuatro periodistas arrestados durante los disturbios posteriores a las elecciones habían sido acusados de «terrorismo».

Maduro ha gobernado el país petrolero desde 2013, y ha vivido una caída del PIB del 80 % que empujó a más de siete millones de los 30 millones de ciudadanos de Venezuela a emigrar. Se le acusa de encarcelar a los críticos y acosar a los opositores en un clima de creciente autoritarismo. La reelección anterior de Maduro en 2018 fue rechazada como una farsa por docenas de países latinoamericanos y otros, incluidos Estados Unidos y miembros de la UE.