Ecuador podría celebrar elecciones el 20 de agosto después de que Lasso disolviera la Asamblea

La Corte Constitucional (CC), que deberá fallar sobre las demandas, trabaja en ello, con el apremio de cumplir los plazos que establece la Constitución para un caso que ha sido aplicado por primera vez en el país.

Desde su autoexilio, el sentenciado expresidente Rafael Correa criticó la 'muerte cruzada', a pesar de que su bloque parlamentario desafiaba a Lasso pidiéndole que «se atreviera» a plantearla. No pocos consideran que es una simulación porque se sabe que serían los mayores beneficiados en el momento de ir a las urnas, tras ganar los comicios de febrero pasado.

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Thalía Flores

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En las últimas horas, varios analistas han criticado a Lasso por unas declaraciones a la cadena CNE, en las que dijo que al haber disuelto la Asamblea Nacional ha perdido efectividad «un macabro plan para viabilizar el retorno de un expresidente», en alusión a Correa. El plan -dijo- habría incluido ir por él, luego por la fiscal general de la nación, por el contralor y el procurador del Estado, para garantizar la impunidad, de los exfuncionarios sentenciados. «Esto le aleja de las causales constitucionales que esgrimió para disolver la Asamblea», comentó a ABC un reconocido constitucionalista.

Desde el anuncio de Lasso, en Ecuador todo gira en torno a la convocatoria de elecciones que deberá hacer el Consejo Nacional Electoral (CNE) hasta máximo el 24 de mayo, para que el país vaya a las urnas el 20 de agosto, para elegir 137 asambleístas, un presidente y un vicepresidente de la República, para concluir el mandato de Lasso; eso es, hasta el 24 de mayo de 2025, aunque quien le suceda tendrá la posibilidad de presentarse nuevamente, sin que se considera una reelección, en términos legales. También Lasso podría hacerlo.

La 'muerte cruzada' sorprendió al exvicepresidente Otto Sonnenholzer, (independiente, cercano al centro derecha), que quiere participar en los comicios, estudiante en Harvard una maestría, por lo que deberá adelantar su regreso para participar en las elecciones presidenciales inéditas en las que habrá entre 15 y 20 días para hacer campaña.

Se empiezan a mencionar varios nombres de candidatos, entre ellos, el de Fernando Villavicencio, quien presidía la Comisión de Fiscalización de la Asamblea y es reconocido por haber destapado varias tramas de corrupción del correísmo. También quiere terciar por la Presidencia del Ecuador el ex asambleísta Dalton Bacigalupo, de Izquierda Democrática, que ha lanzado su nombre, pero aún no tiene el apoyo oficial, por la fractura interna que sufre ese partido.