Dos mujeres lucharán por ser la próxima presidenta de México

Claudia Sheinbaum, exgobernadora de la Ciudad de México, acaba de ser elegida para sustituir a AMLO mientras su rival Ebrard le acusa de un fraude que afecta a Morena, el partido presidencialista

Xóchilt Gálvez representa a la oposición que, pese a los augurios, se encuentra unida y en su mejor momento en seis años

Xóchilt Gálvez y Claudia Sheinbaum eFE / Reuters

Borja Rama

Corresponsal en México

Tal y como se preveía, Claudia Sheinbaum, mano derecha de Andrés Manuel López Obrador, ha sido la candidata presidencial elegida mediante primarias para sustituir a AMLO al alzarse, en un controvertido recuento de votos, con el 39 % de las preferencias electorales lo ... que supone reunir 12.500 votos en el proceso interno de Morena. Será nombrada, además, coordinadora de los Comités de Defensa de un partido que cuenta con 2.300.000 militantes, posee 202 diputados y tiene 60 senadores y 22 gobernaturas (de un total de 32) de los estados mexicanos entre los que abarca la capital Ciudad de México y las estratégicas Baja California, Tamaulipas o Veracruz. Morena está afiliado al Foro Sao Paulo, movimiento de izquierdas que lucha contra el neoliberalismo estadounidense entre los que figuran Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, (Nicaragua), Nicolás Maduro (Venezuela) y el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Salvo que suceda alguna sorpresa parece que Sheinbaum, científica e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México de ascendencia judía, pueda convertirse en las elecciones a finales de 2014 como la elegida para sustituir en la presidencia a AMLO, lo que representaría una práctica continuidad en el poder, aunque López Obrador ha declarado su deseo de retirarse de la política para dedicarse a la escritura.

A pesar de luchar por la victoria entre seis candidatos era favorita en una pugna con Marcelo Ebrard, el otro favorito y exministro de Relaciones Exteriores, que alcanzó el 25,6 % del voto. Una figura con peso que cuenta con un perfil más internacional, no obstante Sheinbaum es más conocida entre los sectores más populares entre los 130 millones de mexicanos y será la responsable de seguir con la Cuarta Transformación, el movimiento ideológico que pretende implantar AMLO, con el que guarda mayor sintonía. Gerardo Fernández Noroña, otro de los seis candidatos, ha dado el campanazo con el 12 % entretanto el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López alcanzó un 10 % del electorado de Morena.

Ebrard pide repetir la votación

El partido ha querido mostrar unidad, pero la victoria de Sheinbaum flanqueada por los otros candidatos no ha estado exenta de polémica, ya que el excanciller Marcelo Ebrard ha apostado por repetir la votación «por la cantidad de incidencias» y se asentó intencionadamente ante el anuncio del ganador de la interna (primarias en México). El cartel 'Unidos por la transformación' que coronaba a la sonriente Sheinbaum ha quedado totalmente deslucido sin esta más que sonada presencia que podría resquebrajar al partido en el poder.

Ebrard y sus adeptos han asegurado que existe un tongo en el recuento de las papeletas y, según sus palabras, ni siquiera han dejado entrar a los comisionarios del exministro al conteo. Denuncian sin rubor evidentes errores en las papeletas que, además de retrasar el conteo, «no ha tenido remedio» durante el proceso. La prensa mexicana tilda de «explosiva» la conferencia de prensa que ha organizado Ebrard en la que se escucharon cánticos de «fraude».

El candidato perdedor sin dejar de lado su tono sosegado, pero claramente indignado, comentaba ante las decenas de medios de comunicación presentes que les han «impedido a la fuerza» el ingreso a su equipo al conteo final. También, existen numerosas las imágenes de la senadora Malú Mícher, representante del aspirante, que fue golpeada por la policía al intentar ingresar al edificio donde tenía lugar la elección del próximo sustituto de AMLO. «Jamás pensé que viviría algo así en mi propio partido», sentenció Ebrard que concluyó: «Cada día se parecen más al PRI», prosiguió el candidato a presidir Morena en clara referencia al partido mexicano que gobernó 70 años y del que cada cierto tiempo salen a la palestra informativa casos peculiares de corrupción cometidos durante el último sexenio en el que gobernó Peña Nieto.

Morena, ¿partido desunido?

Por su parte, Morena hace oídos sordos mientras busca proyectar una imagen de «perfección inexistente», según cuenta Ebrard. El partido se desentiende del revuelo que ha generado uno de los dos principales candidatos emitiendo un comunicado agradeciendo el interés de los aspirantes. A lo que hay que añadir que 22 titulares de Ejecutivos estatales «destierran prácticas antidemocráticas» y definen el proceso como «transparente» aunque admiten inconsistencias, pero no de gravedad como para que afecten al resultado final. Y es que la votación se lleva a cabo mediante cinco encuestas en las que cuatro son de gestión privada y una por el propio partido. Pues bien, en esta última los afines a Ebrard explican que detectaron problemas en casi un cuarto de las urnas que llevó a anular muchas de ellas.

Debido a esta obstaculizada votación, Ebrard amenaza con retirarse del partido porque «no nos vamos a someter a esta señora», contó sobre su contrincante Sheinbaum y compañera de partido entre acusaciones al presidente nacional de Morena, Mario Delgado, al que achacó a ver sido previamente su colaborador. El exministro ha dejado patente que no se conformará con un premio de consolación como ser propuesto para senador que podría acallarle. Ha convocado mañana una reunión de su equipo para dirimir la peliaguda situación, que en una carambola política inusual (pero, no disruptiva si tenemos en cuenta los recovecos de la política mexicana en la que el propio AMLO formó parte de las filas del PRI) podría unirse a la oposición. Y es que Xóchilt Gálvez, la candidata que hará frente al sustito de López Obrador, ya le ha ofrecido un puesto para requerirle entre sus filas como un posible fichaje estrella.

Lo que es seguro es que en las próximas elecciones generales del 6 de junio de 2024 en México serán históricas porque saldrá elegida la primera mujer presidenta. Dato curioso si tenemos en cuenta que México está asolado por tres mil feminicidios de media al año y en el que 20.000 mujeres y sus hijos se ven obligados a vivir en refugios huyendo de un machismo imperante en la nación hermana. La elección de Xóchilt supone un hito porque el PRI ha dado un paso atrás para no revalidar a su candidata Beatriz Paredes para «primar el bienestar de México». Esto provocó la cancelación de unas primarias ante Xóchilt y que primera vez en 94 años un priísta no será candidato presidencial.

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