Donald Trump se quedó documentos secretos… y antigüedades de Israel

Noticia Relacionada

Trump responde al aviso de imputación y afirma que el Departamento de Justicia de EE.UU. es un «arma absoluta» del Partido Demócrata

EP

Acusa a la investigación sobre lo ocurrido tras las elecciones de 2020 de querer «interferir» en las próximas

El asunto lo ha destapado el diario israelí 'Haaretz', que asegura que un grupo de piezas que forman parte de la colección de tesoros nacionales del país, incluidas lámparas de aceite cerámicas de la Antigüedad, están retenidos en la mansión. Todo comenzó en 2019, con Trump en la Casa Blanca. El multimillonario neoyorquino se posicionó en su presidencia como un aliado acérrimo de Israel: sacó a EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán –la gran amenaza de Israel–, reconoció a Jerusalén como capital del país y colocó allí la embajada estadounidense –una afrenta para los palestinos– y suspendió la financiación de un programa de la ONU para refugiados palestinos. A finales de aquel año, la Autoridad de Antigüedades de Israel aprobó el envío de estas lámparas para una celebración de Janucá –una festividad judía en la que se encienden velas de un candelabro o 'menora'– en la Casa Blanca.

Las lámparas al final no fueron utilizadas en aquella ocasión: los estadounidenses tenían sospechas de que podían provenir de Cisjordania y eso hubiera azuzado la tensión política. Pero las antigüedades nunca regresaron a Israel. Primero, porque se cruzó la pandemia en 2020, que interrumpió los servicios especiales de envío para objetos de este tipo y las autoridades de EE.UU. no querían utilizar un servicio de transporte convencional.

Según 'Haaretz', Saul Fox, un multimillonario estadounidense que ha sido donante a las instituciones artísticas de Israel, fue encargado de la conservación temporal de las piezas. Después llegó el caos de finales de 2020 y comienzos de 2021: la elección presidencial que ganó Joe Biden, la campaña para dar la vuelta a los resultados de Trump, el asalto al Capitolio y el caos de su salida de la Casa Blanca y mudanza posterior a Mar-a-Lago. Por alguna razón, todavía desconocida, las antigüedades israelíes pusieron rumbo a Florida, como también hicieron cientos de documentos clasificados. Estos últimos, que, según la Fiscalía, Trump se negó a devolver y buscó retener, han acabado con una imputación penal del expresidente, una de las causas que le persiguen.

Al contrario de lo que indica la imputación en ese caso, es imposible saber de momento si Trump ha sido consciente de que las lámparas judías han formado parte de la decoración de Mar-a-Lago. Hasta ahora, los intentos de Israel por recuperarlas no han fructificado, a pesar de los esfuerzos del director de su Autoridad de Antigüedades, Eli Eskozido. Quizá él y otros en Israel temen que esas piezas de museo hayan acabado, como ocurrió con algunos de los secretos clasificados, arrumbadas en un retrete de Mar-a-Lago.