Daniel Estulin: «Me dijeron: hasta allí puedes pisar, si pisas más allá te matan»

Un cóctel on the rocks entre John Le Carré y Robert Ludlum licuado con una historia de amor al más puro estilo Dr. Zhivago: «Conspiración Octopus» (Ediciones B). ¿Otra de pulpo, pero a la rusa?

-¡Jaja...! En el primer capítulo de mi libro gloso una reunión del presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca, que está viendo cómo se desploma Hungría. Eso lo escribí el 27 de febrero de 2006.

-Da miedo. ¡Hungría se desplomó hace un mes!

-Hay muchas cosas de la novela que llaman la atención por estas coincidencias estúpidas de la vida.

-Su presidente, Medvedev, y la canciller Merkel acaban de zamparse a un congénero del pulpo Paul. Dicen que el Houdini cefalópodo que acertaba nuestros triunfos estaba «manipulado» por colores... ¿Sabe usted de simbología pulpera?

-¡Hasta ahí no llegó. Sí conozco algo de símbolos y claves secretas. ¡Lo de Paul me tiene ganado!

-¿Quién manda sobre los amos del mundo?

-Octopus: un pulpo de 8 corazones y 8 tentáculos.

-¿Vivimos en un universo de humos y espejos?

-Absolutamente. Mi novela empieza con 233.000 millones de dólares, que desaparecen en unas cuentas paralelas que por un lado controla el Gobierno norteamericano y por otro la sociedad secreta Octopus; el dinero se hallará y se salvará ese mundo, pero por nuestro mundo yo no apostaría ni un euro. La situación es bastante jodida.

-Asegura que el 80 % de su novela es verdad .

-La grandísima mayoría de los que cuento, sí. He tenido que novelar «Conspiración Octopus» porque hay cosas que no podía contar...

-...¿Por el riesgo de perder su vida?

-Básicamente. Me dijeron: «Hasta ahí puedes pisar, pero si pasas más allá te matan...» El truco es saber dónde empieza la ficción y dónde la novela.

-¿Le han intentado asesinar?

-Ahora no, pero en 1996, en Canadá, cuando yo investigaba el caso Bilderberg sí... Se abre la puerta del ascensor, estoy a punto de entrar, y siento que me caigo al abismo, pero un amigo mío, y fuente del club Bilderberg, me tomó del brazo y me salvó.

-¿Qué es la «Lila Dorada»?

-La historia más explosiva de la II Guerra Mundial. Los japoneses, entre 1936 y 1942, emprendieron la mayor operación de expolio de la historia, y se apoderaron de todo el oro, plata, diamantes... del sureste asiático; lo ocultaron en enormes túneles subterráneos en Indonesia y Filipinas; esa fortuna supera por diez todo el oro del mundo. Pero la CIA descifró las comunicaciones niponas, y se hizo con una parte del tesoro; otra parte caía en manos de banqueros, políticos, una organización

ultrasecreta...

Mis amigos del Departamento de Estado de USA me dijeron: no publiques un ensayo, te matarían.

-¿Quién le quería matar?

-¿Sabe lo que es Promis? El sistema informático más poderoso que hay en el mundo. Lo llaman «el ojo de Dios». La trama de mi novela es real porque más de cien periodistas han muerto investigando Promis, como Danny Casalaro, que no soy yo. Le conocí dos semanas antes de que le asesinaran. Me contó cómo esa gente poderosísima de sociedades secretas controlaban el mercado financiero mundial. Estaba muy cerca de encajar las piezas... que alcanzaban al Gobierno USA... Yo pensaba escribir un ensayo sobre Promis, pero mis amigos de los servicios de inteligencia me avisaron: «Si escribes el primer capítulo te matarán antes de que lo termines». Tampoco merece la pena morir por un libro.

-¿Por qué se salió del contraespionaje?

-Porque mi país, Rusia, me traicionó. Putin nos traicionó. Los espías están viendo cómo la gente muy poderosa manda al carajo la Economía mundial a propósito. ¿Por qué han sacado a la luz, después de tantos años, el tema de la pedofilia? Porque la única institución mundial con credibilidad ganada que, por los errores cometidos, apoya el derecho la vida es el Vaticano. El Vaticano quiere que seamos más, pero los metagrupos lo atacan, quieren desacreditarlo, y que la gente no tenga hijos.

-Usted ha vendido tres millones y medio de ejemplares de «La verdadera historia del club Bilderberg», que se acaba de reunir en Sitges...

-Se habló de crear una Europa de primera (con Alemania, Francia, Holanda, Inglaterra) y otra de segunda (con Grecia, Portugal, España, Irlanda...)

-¡Yo voto al mítico pulpo Paul, que lo sabe todo!