La compañía que operaba el submarino, OceanGate, ha reconocido la desaparición y ha asegurado haber «explorado y movilizado todas las opciones» para traer de vuelta a los tripulantes y pasajeros. «Nuestros esfuerzos se concentran en los ocupantes del sumergible», ha afirmado la empresa en un comunicado.
Para lograrlo, recalca, ha recibido una «vasta asistencia» por parte de «diferentes agencias gubernamentales y compañías especializadas en las profundidades marinas» para restablecer el contacto con la nave.
Dada la fascinación despertada por el Titanic, es frecuente que pequeños sumergibles de pago transporten turistas a visitar los restos del buque. Un viaje de varios días cuesta hasta 250.000 dólares con la compañía OceanGate Expeditions y la inmersión para verlo, incluidos el descenso y el ascenso, duran en torno a ocho horas.
El pecio del que en su día fue el barco de pasajeros más grande del mundo descansa a 3.800 metros de profundidad en el Atlántico a unos 600 kilómetros de las costas de Newfoundland (Canadá).
El Titanic naufragó la noche del 14 al 15 de 1912 tras chocar con un iceberg durante su viaje inaugural desde Southampton (Reino Unido) hasta Nueva York (Estados Unidos). En el hundimiento fallecieron casi 1.500 personas de las más de 2.200 que iban a bordo.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete