Una delegación israelí encabezada por el jefe del Mosad ofrecerá en Catar seis semanas de tregua a cambio de 40 rehenes

La delegación ha recibido «mandato general» por parte del gabinete de seguridad israelí para iniciar una nueva ronda de conversaciones, mediadas como las anteriores ocasiones por Doha y El Cairo, con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que supondrán, sobre todo, retomar los contactos después del inicio del mes de Ramadán el pasado 10 de marzo.

El equipo negociador ha solicitado «una cantidad significativa de tiempo para llevar a cabo las negociaciones de cara a hacer posible una mejora del acuerdo», apunta Europa Press citando al diario israelí 'Yedioth Ahronoth', que subraya que Israel viaja a Catar en busca de «flexibilidad significativa». Por ello, podrán alargarse al menos dos semanas, detalla un diplomático a 'The Jerusalem Post', debido a las dificultades por parte de los delegados en el extranjero de la milicia terrorista para comunicarse con el grupo desde el enclave palestino asediado. Es, además, la primera vez desde que comenzó la actual ronda de negociaciones que el equipo negociador presenta posiciones «más específicas» a la par que «discreción» para conseguir sellar todos los puntos del nuevo acuerdo.

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EP

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Las mismas fuentes aseguran al citado diario israelí que, pese a que las negociaciones se vienen desarrollando con el arbitraje de Catar y Egipto, la administración de Netanyahu habría alcanzado una línea de negociación directa con el propio líder de Hamás en Gaza y fundador de las Brigadas al-Qassam, Yahya Sinwar.

Por ello, el motivo por el que que estas nuevas conversaciones se dilatarán en el tiempo más de la cuenta se debe en parte a que cada vez que Sinwar deba tomar alguna decisión, costará entre 24 y 36 horas llegar hasta él, en su escondite situado en los túneles subterráneos en la Franja. Bajo el centro de Ciudad de Gaza se halla «un complejo de túneles, tanto en la superficie como hasta 20 metros bajo tierra -explicó a finales del año pasado el teniente coronel Peter Lerner de las FDI en declaraciones a Reuters- que ejerce comocentro de poder para las facciones militares y políticas de Hamás» como Ismail Haniyeh, Mohammed al-Deif o Sinwar, que antes estuvo años refugiado en Catar.

Los términos de la negociación -la cual «requerirá sacrificios muy dolorosos por parte de Israel«- que aún continúan en disputa, según esta misma fuente diplomática, son el saber exactamente qué prisioneros palestinos serán liberados y qué concesión hará Israel por adelantado en relación al retorno de parcial de refugiados palestinos al norte de Gaza, así como la retirada temporal de las tropas de las FDI de ciertos lugares del enclave palestino durante un alto al fuego.

Los mediadores ya expresaron su deseo de haber alcanzado un alto el fuego previo al inicio del Ramadán, pero la enorme distancia entre ambas posturas han imposibilitado cualquier tipo de acuerdo. Israel decidió, por un lado, no acudir a las negociaciones de El Cairo a principios de marzo entre Hamás, Estados Unidos y Catar al no precisar Hamás la situación -ni el número ni su estado- de los rehenes israelíes. A ello se une la exigencia de la milicia islamista de que cualquier pacto que no incluyese un alto al fuego permanente sería rechazado de facto por Jerusalén, si bien es cierto que presentaron hace poco una nueva propuesta con un plan de tres etapas de cara al fin de los combates, incluida una tregua temporal de seis semanas y la retirada de las tropas israelíes de Gaza, además de la liberación de los rehenes secuestrados el 7 de octubre a cambio de una liberación de presos, informa EP.

Ahora, el viaje de Barnea y el resto de la delegación a Doha llega en medio de los avisos por parte del Ejército de Israel del inicio de su gran ofensiva contra Rafah, en el sur de Gaza y último bastión de Hamás. Prevista para el pasado 10 de marzo, recordemos fecha de apertura del Ramadán, nada parece haberse movido en el frente de guerra casi un mes después.