Cronología del caso Assange: años de confinamiento hasta su liberación

Assange fue arrestado en abril de 2019 en la embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado desde el 2012, cuando pidió asilo para evitar ser extraditado a Suecia por una acusación de violación que siempre negó, alegando que era una maniobra para entregarlo a Estados Unidos, tras haber sido arrestado en el 2010 pero liberado bajo fianza.

Desde su arresto en 2019, Assange ha enfrentado un complejo proceso judicial y ha permanecido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres.

Su encarcelamiento y la batalla legal posterior fueron el resultado de una serie de eventos clave que comenzaron en 2006, cuando fundó WikiLeaks, una plataforma dedicada a publicar información clasificada, cuyas publicaciones ganaron atención mundial ya que en el 2010 contenía casi medio millón de documentos relacionados con las acciones de Estados Unidos en Irak y Afganistán que incluían el vídeo del ataque de un helicóptero en Bagdad que mató a un periodista de Reuters, más de 250.000 cables diplomáticos y otra información de inteligencia.

En febrero de 2016, un panel de la ONU dictaminó que Assange había sido «detenido arbitrariamente» y pidió su libertad. En mayo de 2017, la fiscalía sueca anunció que las investigaciones por agresión sexual contra Assange habían sido archivadas. En octubre de 2018, la embajada de Ecuador le impuso un conjunto de reglas de convivencia y Assange inició una acción legal contra el gobierno ecuatoriano, acusándolo de violar sus «derechos y libertades fundamentales».

En abril de 2019, la policía entró en la embajada con el permiso del gobierno ecuatoriano que rescindió el asilo a Assange tras señalar a WikiLeaks por acusar de corrupción a su gobierno y debido a la tensión del periodista y los funcionarios de la embajada. Las autoridades detuvieron a Assange por «no haberse entregado al tribunal» en relación con una orden emitida en 2012. En mayo de 2019, fue condenado a 50 semanas de cárcel por violar las condiciones de su libertad bajo fianza y, en el mismo mes, Suecia reabrió la investigación por agresión sexual mientras Estados Unidos revelaba los cargos en su contra, que podrían haberle costado 175 años de cárcel de haber sido extraditado a territorio estadounidense.

En enero de 2021, la justicia británica rechazó una solicitud de extradición de Estados Unidos debido al impacto que tendría en la salud mental de Assange, que según fuentes cercanas a él, y sobre todo según la información proporcionada por su esposa, Stella Assange, con quien se casó y tuvo dos hijos tras conocerse mientras ella formaba parte de su equipo de abogados, estaba muy deteriorada y podría haberlo llevado incluso a suicidarse.

En diciembre, Estados Unidos ganó su apelación para revocar la decisión y en junio de 2022 el gobierno británico ordenó su extradición, pero su caso siguió estancado en una serie de apelaciones, que en mayo este año tuvo uno de sus últimos episodios, cuando la justicia dictaminó que el periodista podía presentar una nueva apelación contra la extradición, tras haber perdido en el 2023. En marzo de este año, el Tribunal Superior dictaminó que Estados Unidos debía proporcionar «garantías» de que Assange sería tratado de manera justa y fue entonces cuando el presidente Joe Biden dijo que estaba «considerando» una solicitud de Australia para llegar a un acuerdo de culpabilidad que le permitiera al activista quedar en libertad.

Toda la trama fue seguida muy de cerca por la prensa en el Reino Unido, en la que durante años se ha mantenido un amplio debate sobre la libertad de prensa. La cobertura mediática ha oscilado entre el apoyo al activista y la crítica por sus acciones. La salud mental del australiano, que en breve pisará su país natal tras firmar el acuerdo de culpabilidad, también ha sido un tema de preocupación, especialmente durante sus años de confinamiento en la embajada y posteriormente en la prisión de Belmarsh, donde según denuncias de sus abogados vivió en condiciones que afectaron gravemente su bienestar.

Ahora, parece que la película ha llegado, casi, a su fin. WikiLeaks anunció en una publicación en X que Assange dejó la prisión de Belmarsh ayer tras haber pasado allí 1901 días. Por la tarde, donde abordó un avión y dejó el Reino Unido, camino de Saipán, la isla más grande de las Islas Marianas del Norte, donde firmará el acuerdo de culpabilidad. Luego, emprenderá rumbo a Australia, su país de origen y que en todo momento lo ha defendido, donde según detalló su esposa esta mañana en la BBC, ya están ella y sus hijos esperándole, aunque los menores, de 5 y 7 años, no saben aún que su padre está en camino.

«Este es el resultado de un proceso largo, muy largo», declaró por su parte el editor de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, quien dijo que «ha sido una dura batalla, pero ahora el enfoque está en que Julian se reúna con su familia. Lo más importante es que Julian está libre y finalmente puede disfrutar del cielo azul. Los detalles de lo que sucederá ahora se darán a conocer en las próximas 24 horas. Su familia lo estará esperando en Australia».