«Te crees Dios»: indignación hasta en el trumpismo con el vídeo de la Gaza dorada

El vídeo compartido por Trump no solo recibió las críticas esperables para un plan que supondría, para empezar, lo que la ONU ha calificado como una «limpieza étnica» de Gaza. También ha sido muy mal recibido por muchos seguidores del multimillonario neoyorquino, para quienes la idolatría, las referencias sexuales o el mal gusto del vídeo son insoportables. Lo más criticado: la enorme estatua de oro de Trump que dominaría uno de los espacios públicos de esa Gaza ensoñada, una mezcla entre el becerro de oro bíblico y el culto al líder de las dictaduras comunistas.

Porque la idea de la 'Riviera de Gaza' bajo propiedad estadounidense puede ser descabellada -los altos cargos de Trump sudaron para tratar de explicarlo-, pero todavía lo es mucho más la representación de ella en el vídeo. Y la propia decisión de Trump de darla por buena. El documento generado por inteligencia artificial no fue elaborado por la Casa Blanca. De hecho, circuló en redes sociales en algunas cuentas no pertenecientes al presidente ni al Gobierno de EE.UU. en los últimos días. Pero Trump fue más allá de compartir una creación de un usuario. Lo puso en un mensaje de su propia cuenta.

El vídeo, de solo 33 segundos, arranca con una recreación de la destrucción en Gaza tras la guerra, con palestinos entre los escombros. Es un contraste con lo que será esa 'Riviera': edificios de lujo, playas paradisíacas, yates atracados en aguas turquesas… Pero el gran protagonista es Trump y la idolatría hacia él: un niño juega con un globo dorado con su busto; el presidente baila con una bailarina semidesnuda; la estatua de oro con su figura es enorme, asciende por encima de las palmeras; una tienda vende estatuillas doradas del multimillonario neoyorquino. En un momento especialmente extraño, aparecen unos hombres barbudos haciendo la danza del vientre sobre la arena. No falta Elon Musk, que aparece comiendo humus en un restaurante o celebrando una lluvia de dólares en la playa. Tampoco Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, disfrutando con Trump de una bebida en la tumbona de una piscina, los dos en bañador. El vídeo cierra con un hotel de lujo con el nombre de Trump.

«Amo a nuestro presidente, pero esto es horrible», decía un usuario en los comentarios del vídeo en Truth Social, un foro donde lo habitual es que impere la adulación a Trump. En este caso, la práctica totalidad de los comentarios más populares eran condenatorios del vídeo: «repugnante», «insensible», «equivocado», «enfermizo»…

Muchos confiaban en que fuera un error o que hubieran 'hackeado' la cuenta de su líder. Otros pedían que se despidiera a las personas de comunicación que hubieran permitido el dislate. Y los comentarios más críticos eran por la idolatría que propaga, inadmisible para los conservadores religiosos que son una de las bases electorales de Trump. «Esa estatua me recuerda al anticristo», decía uno. «Es una falta de respeto con la gente que ha muerto en esa tierra y hace parecer que te crees Dios», decía otro. «Esto es una herejía contra Dios, haces de ti mismo un ídolo pagano».

Trump compartió el vídeo pocos días después de reconocer que su plan de la 'Riviera en Gaza' no saldrá adelante, tras el esperado rechazo de Egipto y Jordania a recibir a los dos millones de palestinos que el presidente buscaba expulsar de manera permanente. Pero ha dejado claro que su sueño sigue en pie. Y que era peor de lo que se esperaba.