Un cráneo hallado, la sospecha de que pudo ser trasladado... las incógnitas del caso del niño Émile en Francia

El fiscal Jean-Luc Blanchon informó este domingo de que se habían entregado esos restos a la Policía y de que las pruebas genéticas realizadas habían concluido que se trataba de Émile. Aunque no detalló las causas de la muerte, Blanchon sí que afirmó que los forenses continúan analizando el hallazgo.

El pasado mes de julio las autoridades llevaron a cabo una infructuosa búsqueda masiva sobre el terreno. En ella participaron decenas de policías, soldados y perros rastreadores, además de un helicóptero y drones. Precisamente este jueves la Policía volvió al pueblo para llevar a cabo una reconstrucción de la desaparición. Lo hizo junto a 17 personas que se encontraban allí en el momento de la desaparición, entre los que había miembros de la familia materna y algunos vecinos. La operación se extendió desde primera hora de la mañana hasta las 18.00 horas de la tarde. Los restos fueron encontrados dos días después.

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Una de las preguntas que están ahora sobre la mesa, dado el poco tiempo que ha pasado entre la reconstrucción y la aparición, es si se han podido trasladar allí los restos del pequeño Émile. «Si el cuerpo se ha movido, lo veremos»: son palabras de Bruno Frémont, un médico forense que ha hablado con 'Le Parisien'. Según ha abundado, cuando un cadáver lleva «nueve meses» en un lugar, como sería el caso con el menor de dos años, «el esqueleto se congela y deja su huella». «Si se ha movido veremos que no es así y que ha sido colocado en el suelo, señal de intervención de un tercero», ha añadido.

También se ha referido a esa teoría la portavoz de la Gendarmería, Marie-Laure Pezant. Citada por medios franceses, ha expresado que la zona ya había sido examinada. «Se pueden traer [los restos] de diferentes maneras», ha afirmado, para indicar después que además de «un tercero que los depositase», también pudo llevarlos un animal «que cogiese parte». «Eso explicaría por qué faltan», ha expresado. Según Pezant, las condiciones climáticas también pudieron hacer «que el terreno evolucionara y posteriormente revelara estos huesos».

Al estar incompletos los huesos encontrados este sábado, el domingo se iniciaron nuevas excavaciones en la zona.

Desde las 16.30 horas de este domingo está prohibido el acceso a Haut-Vernet, la aldea de 25 habitantes donde desapareció el pequeño. La medida, que el alcalde del municipio impuso por decreto, estará vigente durante una semana, hasta este próximo domingo, 7 de abril, al mediodía, informan medios franceses.

François Balique justificó la acción en «la necesidad de garantizar la tranquilidad de los habitantes de Haut-Vernet y sus alrededores». De hecho, tan solo pueden acceder a la zona residentes y servicios públicos. Según 'Le Parisien', a 2 kilómetros de la aldea se ha instalado un control que impide el acceso a la aldea.

También se ha cercado el área donde se encontró el cráneo para que los investigadores «trabajen en las mejores condiciones posibles». Así lo ha detallado en rueda de prensa el comandante del grupo de gendarmería departamental, el coronel Pierre-Yves Bardy. «Se ha puesto en marcha un sistema de control de zona para evitar que excursionistas puedan contaminar el lugar de la investigación».

Desde este lunes se han desplazado al lugar en el que se ha hallado el cráneo de Émile un centenar de gendarmes, ha informado la portavoz del Cuerpo, Marie-Laure Pezant en una entrevista en 'franceinfo'.

Según apuntan medios franceses, hacia las 08.00 horas de esta mañana se ha podido ver llegar a la zona furgonetas de la Gendarmería. «Traemos a los mejores», ha dicho el comandante del grupo de gendarmería departamental. «Se moviliza a un equipo de alta experiencia», ha añadido.

En concreto, el escuadrón está compuesto por 54 soldados, que al mismo tiempo están reforzados por una veintena de gendarmes. Asimismo, hay otros 60 en reserva por si fuese necesario.

Además de ellos, en el área del hallazgo hay también efectivos del Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería Nacional o el centro nacional canino Gramat. Según ha añadido Bardy en rueda de prensa, esos perros se encuentran especializados en buscar restos humanos. Su función, ha profundizado, será la de «brindar asistencia a los investigadores».

En la operación se espera encontrar además de otros restos del niño, ropa o cualquier pista sobre lo ocurrido.

Marie-Laure Pezant ha afirmado en CNews que los medios que se están empleando actualmente «no son los mismos» que se usaron en verano. La portavoz de la Gendarmería ha aludido a «condiciones diferentes». De hecho, era verano. No obstante, según ha explicado, el terreno «sigue siendo muy empinado»: «Existe una pequeña posibilidad de que no hayamos podido detectar los huesos».

Otra cosa que está complicando la investigación estos días son las condiciones climáticas adversas. En una entrevista en 'franceinfo', Pezant se ha referido especialmente a los drones. Sin embargo, ha apuntado, esa meteorología actual no va a impedir que salgan al campo a continuar las labores.

Émile desapareció el pasado 8 de julio en Haut-Vernet, al suereste de Francia, donde se encontraba veraneando con sus abuelos maternos en la segunda residencia de estos. Ese día no se encontraban allí sus padres, que viven en La Bouilladisse. Las últimas personas que lo vieron con vida fueron dos vecinos, que aseguraron que iba caminando solo en una calle de la localidad.

En torno a las 18.00 horas del 8 de julio, la Gendarmería recibió una alerta de la desaparición. En un primer momento, la Fiscalía abrió una investigación por «desaparición sospechosa». Esos primeros días, informa 'Le Figaro', cientos de personas acudieron a ayudar en la búsqueda. Además, se llevó a cabo el registro de varias decenas de casas y vehículos o se interrogó a vecinos de la zona.

Rápidamente se reclasificó como una investigación criminal por «secuestro» y «detención ilegal», dada la «complejidad del caso», aunque los investigadores también dejaron abierta la posibilidad de que hubiera ocurrido un accidente o una caída.

Desde el primer momento, cita 'Le Figaro', los padres del pequeño afirmaron no tener «nada que ocultar», al tiempo que denunciaron los comentarios que se estaban vertiendo contra ellos.

El pasado mes de enero la Fiscalía anunció que la investigación había adoptado «una forma más técnica» y el 28 de marzo se produjo una reconstrucción de los hechos. Finalmente, el 31 de marzo se dio a conocer que en la víspera habían sido encontrados unos «huesos» que después de haber sido analizados se había concluido «que eran del niño».