En qué consiste el nuevo plan de tregua de 60 días de EE.UU. pendiente del visto bueno de Hamás

El documento, que afirma que el plan cuenta con el respaldo del presidente estadounidense Donald Trump y los mediadores Egipto y Qatar, incluye el envío de ayuda humanitaria a Gaza tan pronto como Hamás firme el acuerdo de alto el fuego. La ayuda será entregada por las Naciones Unidas, la Media Luna Roja y otros canales acordados.

Este jueves, la Casa Blanca ha anunciado que Israel había aceptado la propuesta estadounidense de alto el fuego. Los medios israelíes han informado de que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha comunicado a las familias de los rehenes retenidos en Gaza que Israel había aceptado el acuerdo presentado por el enviado del presidente Trump a Oriente Próximo, Steve Witkoff.

El grupo militante palestino Hamás ha declarado a Reuters que se encuentra revisando el plan y que respondería este viernes o este sábado. Un funcionario de alto rango de Hamás ha asegurado que «la respuesta no satisface ninguna de las demandas justas y legítimas de nuestro pueblo», pero mantiene que «los líderes de Hamás están llevando a cabo una revisión exhaustiva de la nueva propuesta». Y añade que «es evidente que la respuesta israelí busca, fundamentalmente, consolidar la ocupación».

El plan estadounidense prevé que Hamás libere a los últimos 30 de los 58 rehenes israelíes restantes una vez que se establezca un alto el fuego permanente. Israel también cesará todas las operaciones militares en Gaza tan pronto como entre en vigor la tregua, según se indica. El ejército israelí también redistribuirá sus tropas por etapas.

Las profundas diferencias entre Hamás e Israel han obstaculizado los intentos previos de restablecer un alto el fuego que fracasó en marzo. Israel ha insistido en que Hamás se desarme por completo, se desmantele como fuerza militar y gobernante, y devuelva a los 58 rehenes que aún se encuentran en Gaza antes de aceptar el fin de la guerra. Hamás ha rechazado la exigencia de entregar las armas y afirma que Israel debe retirar sus tropas de Gaza y comprometerse a poner fin a la guerra.

Israel lanzó su campaña en Gaza en respuesta al ataque de Hamás en el sur el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de unas 1.200 personas y provocó la toma de rehenes de 251 israelíes en Gaza, según los recuentos israelíes. La posterior campaña militar israelí ha matado a más de 54.000 palestinos, según funcionarios sanitarios de Gaza, y ha dejado el enclave en ruinas.

Israel ha visto cómo ha crecido la presión internacional pidiendo el fin de la guerra y el desbloqueo de la ayuda humanitaria. La propia UE ha endurecido su postura contra Tel Aviv, a pesar de que haya países como Alemania que han sido reacios a criticarlo.

Witkoff declaró a la prensa este miércoles que Washington estaba a punto de «enviar un nuevo pliego de condiciones» sobre un alto el fuego entre ambas partes en el conflicto. «Tengo muy buenas perspectivas de alcanzar una resolución a largo plazo, un alto el fuego temporal y una solución pacífica a largo plazo para ese conflicto», declaró Witkoff en aquel momento.

El alto el fuego de 60 días, según el plan, podría extenderse si las negociaciones para un alto el fuego permanente no concluyen dentro del plazo establecido.

Sami Abu Zuhri, funcionario de Hamás de alto rango, ha declarado este jueves que los términos de la propuesta reflejaban la postura de Israel y no incluían compromisos para poner fin a la guerra, retirar las tropas israelíes ni admitir la ayuda, como Hamás ha exigido.

La Fundación Humanitaria de Gaza, un grupo privado respaldado por Estados Unidos y con el respaldo de Israel, ha ampliado este jueves su distribución de ayuda a un tercer punto en Gaza. Criticada por las Naciones Unidas y otros grupos de ayuda humanitaria por su insuficiencia y deficiencias, la organización inició su operación esta semana en Gaza, donde, según la ONU, dos millones de personas corren el riesgo de hambruna tras el bloqueo israelí de 11 semanas a la entrada de ayuda humanitaria en el enclave. El lanzamiento se vio empañado por escenas tumultuosas este martes, cuando miles de palestinos se apresuraron a acudir a los puntos de distribución y obligaron a las empresas de seguridad privada a retirarse.

El caótico inicio de la operación ha aumentado la presión internacional sobre Israel para que facilite más alimentos y ponga fin a los combates en Gaza. La Fundación Humanitaria de Gaza ha suministrado hasta la fecha alrededor de 1,8 millones de comidas y planea abrir más puntos en las próximas semanas.

El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, de extrema derecha, ha declarado este viernes que era hora de usar «toda la fuerza» en Gaza, después de que Hamás afirmara que una nueva propuesta de tregua respaldada por Estados Unidos no cumplía con sus demandas, informa la agencia AFP.

«Señor primer ministro [Benjamin Netanyahu], tras el rechazo de Hamás a la propuesta de acuerdo, ya no hay excusas», ha delcarado Ben Gvir en su canal de Telegram. «La confusión, las maniobras y la debilidad deben terminar. Ya hemos perdido demasiadas oportunidades. Es hora de entrar con toda la fuerza, sin pestañear, para destruir y aniquilar a Hamás hasta el último enemigo».