Condenan a cuatro meses de prisión por desacato a Steve Bannon, el exasesor de Donald Trump

El comité de la Cámara de Representantes que investiga el intento del expresidente de dar la vuelta a los resultados electorales y el asalto al Capitolio por una turba de sus seguidores el 6 de enero del año pasado buscó que Bannon compareciera y entregara documentos al respecto.

Bannon, un líder mediático de la ultraderecha nacionalista de EE.UU., fue decisivo en las elecciones de 2016 como director de la campaña de Trump, que ganó de forma inesperada e histórica en las urnas.

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Después, en medio de las turbulencias en la Casa Blanca de Trump, el entonces presidente le despidió a los seis meses de llegar al poder. Ambos tuvieron fricciones, pero su alianza se restableció tras las elecciones de 2020. Trump alegó que le habían robado la victoria electoral -algo en lo que no le dieron la razón ni los tribunales ni su propio Departamento de Justicia- y Bannon se sumó a los esfuerzos para dar la vuelta a los resultados de las urnas.

De forma específica, el comité de la Cámara Baja estaba interesado en las actividades de Bannon y sus consultas con Trump en las semanas y días previos al asalto trágico y bochornoso al Capitolio, un intento desesperado de los más leales de Trump por evitar la certificación de Joe Biden como presidente.

«Mañana se va a desatar el infierno», dijo Bannon en una intervención radiofónica en la víspera de la jornada fatídica. Los investigadores querían saber por qué lo dijo, qué sabía y qué comunicaciones tuvo al respecto de ello con Trump.

El ideólogo ultraderechista se negó a colaborar con el comité, que Trump y sus aliados consideran como un intento partidista de atacarle. En el comité hay dos diputados republicanos -Liz Cheney y Adam Kinzinger-, pero ambos están entre las pocas excepciones de su partido que se enfrentaron a Trump tras el ataque a la sede de la soberanía popular.

Es obligatorio cumplir con los requerimientos de investigaciones del Congreso. Bannon adujo que esa información estaba protegida por el privilegio ejecutivo del presidente y por la confidencialidad en el asesoramiento legal. Exigió comparecer con un abogado de Trump, algo que el comité no permitió, al igual que hizo con muchos altos cargos de Trump que sí cumplieron con el requerimiento.

«Eligió esconder con alegaciones inventadas de privilegio ejecutivo y de asesoramiento legal para burlarse del Congreso», dijo el fiscal del caso, J. P. Cooney, que exigió la máxima pena para Bannon, seis meses de prisión.

El juez federal que decidió la sentencia, Carl Nichols, debía imponer una pena mínima de un mes y eligió la de cuatro meses, además de una multa de 6.500 dólares. «En mi opinión, Bannon no ha tomado responsabilidad sobre sus acciones», dijo el magistrado. «Es necesario disuadir a otros de cometer crímenes similares».

El abogado de Bannon pidió que solo se le impusiera una pena de libertad condicional, aseguró que el condenado no debería pedir perdón y defendió los ataques públicos de su defendido contra el comité del Congreso.

Bannon habló en tono desafiante la salida del tribunal en Washington: «Este es un régimen ilegítimo y el día de su juicio final será el 8 de noviembre, el día en que se acabará la Administración Biden», dijo sobre las elecciones legislativas del mes que viene.