Comienza el juicio contra Ricardo Salgado, expropietario del Banco Espírito Santo

El principal acusado en el caso, Ricardo Salgado, de 80 años, ha llegado al Campus de Justiça de Lisboa poco antes del inicio del juicio y ha recibido los reproches de una víctima de la quiebra del banco.

El exbanquero fue la cara del Grupo Espírito Santo (GES), que dirigió durante más de dos décadas, hasta que se vio obligado a dejar la Presidencia de la institución en junio de 2014 tras recibir presiones del Banco de Portugal. Dos meses después, en agosto, se anunció la resolución del BES, seguida del hundimiento de un grupo que estaba presente en casi todos los sectores de la economía.

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Salgado llegó a los juzgados a las nueve y veinte de la mañana, apoyado por su esposa y el abogado Francisco Proença de Carvalho, y tardó unos diez minutos en recorrer la distancia que le separa de la entrada del tribunal. Rodeado por decenas de periodistas y algunas víctimas, fue interrogado por Jorge Novo, uno de los afectados más célebres, que afirmó que «tenía capacidad para resolver el problema de las víctimas».

«Su primo [José María] Ricciardi declaró aquí en la puerta diciendo que se había hecho una provisión. Usted [Ricardo Salgado] nos envió un escrito diciendo que dejó una provisión. ¿Dónde está la provisión para Novo Banco? ¿Dónde está la provisión? He perdido mi dinero. Exijo la provisión que corresponde a los perjudicados. Respeto», dijo, exaltado.

Salgado escuchó a este perjudicado sin reacción alguna, mientras que su abogado solo dijo que hablaría con los medios de comunicación más adelante, y añadió que su cliente «no es consciente» de que está siendo juzgado, según dijo a los periodistas el letrado Francisco Proença de Carvalho a la salida del Campus de Justicia de Lisboa. «Tiene la enfermedad que tiene, cuyos efectos son los que son», explica.

«Todo esto es grave: o es intencionado o es desinformación», afirma Francisco Proença de Carvalho, tras señalar que la defensa ya ha presentado todo tipo de informes». Para que Ricardo Salgado pudiera excusarse del juicio, la defensa tuvo que presentar un certificado. «Cuando se trata de quitar derechos a los acusados, la informalidad prevalece en algunos tribunales portugueses. Cuando se trata de concederles un derecho, entonces se acude a un formalismo excesivo».

En el caso BES/GES, Ricardo Salgado estaba acusado de 65 delitos, pero tres prescribieron antes de que comenzara el juicio, por lo que ahora sólo está ante el tribunal por 62 delitos. Entre ellos, un delito de asociación ilícita, 12 de corrupción activa en el sector privado, 29 de estafa cualificada, cinco de infidelidad, uno de manipulación de mercado, siete de blanqueo de capitales y siete de falsedad documental.