Cierran durante más de tres horas los aeropuertos belgas de Bruselas y Lieja tras el avistamiento de drones

Un primer objeto volante no tripulado fue detectado poco antes de las 20.00, por lo que las instalaciones fueron clausuradas y todos los vuelos desviados primero hacia el aeropuerto de Lieja, a unos 80 kilómetros al este de la capital belga, y después al de la vecina ciudad holandesa de Maastricht.

Los responsables de navegación aérea de Bélgica no han aportado información adicional más allá de explicar que se estaban esforzando por esclarecer la situación. Aproximadamente dos horas después del cierre, las instalaciones fueron reabiertas al considerarse que los sobrevuelos de drones habían cesado, sin embargo, poco después volvieron a clausurarse.

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Este incidente sucede a los recientes sobrevuelos de drones sobre dos bases militares, las de Marche-en-Famenne y Elsenborn, que han revelado que las fuerzas armadas belgas carecen de sistemas antidrones operativos.

El ministro de Defensa, el nacionalista flamenco Theo Francken, considera que la sucesión de estos incidentes «es una verdadera advertencia para nuestra defensa», puesto que «no se trata de unos cuantos jóvenes divirtiéndose con pequeños drones por diversión o como provocación. No, estamos hablando de cuatro o cinco aparatos que fueron identificados por los centinelas de servicio y que sobrevolaban específicamente las instalaciones militares».

El jefe de Estado Mayor, el general Frederik Vansina, declaró al diario 'Le Soir' que en estos momentos «es difícil saber cuántos drones hubo, ya fuera el fin de semana pasado o la noche del martes al miércoles», declaró. «Imagínese que está oscuro y solo ve puntos de luz que aparecen de derecha a izquierda», porque resulta difícil determinar de qué tipo de aeronaves se trataba debido a las condiciones meteorológicas y la altitud de vuelo.

Varios aeropuertos europeos han sufrido circunstancias similares con la presencia inesperada de drones no identificados, lo que se ha interpretado como una posible interacción de Rusia como parte de lo que se llama acciones hostiles «híbridas».

Por ahora, estas intrusiones están siendo investigadas tanto por la policía como por el Servicio General de Inteligencia y Seguridad (SGRS).

El general Vansina considera que estas incursiones tienen las mismas características que otras que se han producido en otras partes de Europa: «Lo vemos en el extranjero: estos drones perturban el funcionamiento de la sociedad. Pero inevitablemente estamos descubriendo que también se utilizan para observar lo que sucede dentro de nuestras instalaciones militares. Y eso es algo que debemos evitar a toda costa».