Christian Zurita: «A Villavicencio lo mataron para que no denunciara a un candidato presidencial»

En cuanto a si hay un plazo para que este se pronuncie sobre su candidatura, Zurita subraya que «ya debería haber respondido». «Es una orfandad de derechos, es una orfandad democrática, una condición de impotencia particular en lo personal, cómo no pueden entender lo que ha pasado –denuncia–. Los partidos no se han pronunciado y el CNE, que teme equivocarse, tarda en resolver y daña las condiciones democráticas de un movimiento y sus aliados, que han hecho un esfuerzo enorme para decir que es posible construir una propuesta para la democracia con un plan solvente», señala.

—¿Por qué cree que ni los partidos ni los candidatos han instado al CNE a aceptar su candidatura?

—Porque existe un interés por captar la mar de votos de Villavicencio y todos se pelean por ellos; incluso en redes están haciendo campaña en ese sentido, y no quieren que nosotros participemos; hay candidaturas que no quieren que compitamos en igualdad de condiciones. Por eso, hemos acudido a todas las instancias internacionales para denunciar las atrocidades del CNE.

—En lo personal, ¿cómo se siente anímicamente en este escenario y sin su amigo y colega con quien destapó la corrupción de los más altos niveles?

—No hay tiempo para llorar, es tiempo de reconstruir los espacios que él se encargó de levantar y la idea es que esto continúe, que no se desarme. Por eso, he aceptado la condición extraordinaria de ser parte de esta candidatura que jamás hubiese imaginado, pero hay cosas superiores que se llaman principios y tenemos que estar a la altura y eso me obliga a participar. Que si estoy quebrado, preguntarán, por supuesto, pero miro con esperanza que la narrativa vinculada a la denuncia de la corrupción, la lucha por la transparencia y las condiciones de generar un mejor país están intactas y creemos que es posible plasmarla en un gobierno.

—Se creó una gran expectativa en torno al debate de candidatos celebrado este domingo; se hablaba de que habría una grave denuncia.

—Fernando Villavicencio tenía una denuncia en particular que pensaba presentarla en el debate. Yo aspiro a poder materializarla con una denuncia ante la Fiscalía el jueves.

—¿De qué se trata?

—Está relacionado directamente con un candidato a la Presidencia de la República, estamos preparando la información y no puedo dar más detalles.

—Desde el lado humano, ¿cómo se sintió al ver que ninguno de los siete candidatos dedicó unas palabras al Fernando Villavicencio, aunque sí hubo un minuto de silencio?

—Fue triste, parecía que ya se habían olvidado de Fernando, un hombre extraordinario, de una gran memoria y reconocido internacionalmente por su valía, su lucha y su trabajo por la verdad y una reputación grande, que le habían valido muchos premios.

—¿Es coincidencia que lo asesinaran el miércoles antes del debate del domingo?

–No, no es una coincidencia que haya sido antes del debate y que haya sido en Quito porque es un claro mensaje a toda la organización de que le iban a quebrar a toda costa; tampoco es una coincidencia que hayan disparado más de 25 o 30 balas en un escenario lleno de personas desarmadas, todas inocentes que impulsaban una candidatura transparente, de lucha contra la corrupción, la impunidad y las mafias. Ni es casualidad que no hayan existido las condiciones de seguridad adecuadas; en su momento tanto la Fiscalía como el Estado tendrán que explicar qué sucedió.

—¿Cómo van las investigaciones sobre el asesinato?

—Entendemos que hay colaboración entre las policías de Ecuador y Colombia, así como entre las dos fiscalías y que el FBI está ya aquí, pero no tenemos más detalles.

—¿Cómo está su familia, ahora que usted debe usar un chaleco antibalas y tener protección?

—Todo ha cambiado desde el miércoles. Aquella vida construida bajo los viejos cimientos ya no existe. Hoy estamos abocados a procesos constantes de seguridad, de utilizar chalecos, de tener una cápsula de seguridad extrema, porque se entiende que si fueron por Fernando también vendrán por nosotros; entendemos eso con claridad y hay que tomar todas las previsiones para mantenernos a salvo con nuestras familias.

—¿La familia de Villavicencio también está protegida?

—Tiene protección; ahora está mayormente recluida y tendrá que sobrellevar las condiciones que significa su ausencia; de hecho, puede existir procesos de persecución política en su contra y eso hay que tratar de evitarlo. Hay que proteger a la familia de Fernando en todas sus líneas: sus hijos, esposa, madre y hermanos que fueron su apoyo en su lucha que parecía imposible de ganar y que, a pesar de su muerte, terminó ganando.