China tiene ya más de 100 comisarías de policías ilegales en todo el mundo

En una investigación publicada el pasado mes de septiembre Safeguard Defenders, un grupo de activistas pro derechos humanos con sede en Madrid, ya apuntaba sobre la existencia de 54 comisarías informales, nueve de ellas detectadas en España. Con las 48 nuevas comisarías registradas, ya son 102 centros. La gran mayoría de las estaciones que se han documentado en esta nueva investigación fueron creadas a partir de 2016, «lo que pone en evidencia las declaraciones de las autoridades chinas de que las operaciones se iniciaron como respuesta a la pandemia de Covid-19», señala el informe.

En la primera investigación, titulada '110 en el extranjero: policía china transnacional desatada', la organización ponía de manifiesto cómo en estas comisarías clandestinas se realizaban trámites administrativos para residentes chinos, pero donde también se perseguían a prófugos y se supervisaban a disidentes con el régimen.

Ahora, en el nuevo informe llamado 'Patrullar y persuadir', la ONG da cuenta de las iniciativas policiales conjuntas entre China y varios países europeos como Italia, Rumanía, Croacia y Serbia.

También, en esta nueva investigación, se señala el caso de un ciudadano chino que fue obligado a regresar a China por agentes que trabajaban de manera clandestina en una comisaría china en un suburbio de París. No es un caso aislado, ya que en la investigación anterior ya se registraron dos repatriaciones forzosas, una desde Serbia y otra desde España.

A través del análisis de documentos oficiales chinos y de las publicaciones en medios locales, Safeguard Defenders identificó cuatro jurisdicciones policiales chinas diferentes activas en al menos 53 países. Estas son las de Qingtian, Fuzhou, Nantong y Wenzhou. En la primera investigación, solo se citaban las dos primeras y en España, las autoridades locales de Qingtian cuentan con comisarías en Madrid, Barcelona, Valencia y Santiago de Compostela. Estas en teoría, se dedican a las renovaciones del carné de conducir y otros trámites. Sin embargo, la publicación de Safeguards Defenders narra cómo la Fiscalía de Qingtian consiguió la vuelta, con prácticas un tanto abusivas, de un sospechoso de un delito medioambiental, identificado como Liu.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de China han justificado la existencia de estos establecimientos como estaciones para atender a ciudadanos fuera del país. También aseguran que estas actividades la realizan personas voluntarias. Sin embargo, el último informe de la organización afirma que en las primeras 21 estaciones, el servicio de Policía chino había contratado a 135 personas. Safeguard Defenders también obtuvo un contrato de tres años de un trabajador para una de las estaciones en Estocolmo.

Esta práctica de actividad consular no declarada fuera de las misiones diplomáticas oficiales (embajadas y consulados) regulada por la Convención de Viena es ilegal, a menos que la nación anfitriona haya dado su consentimiento explícito. La nueva investigación afirma que parte de las estaciones creadas en África y Asia se hicieron con el acuerdo explícito del país anfitrión.

Pero en la nueva investigación no solo se documenta la existencia de 53 comisarias más. También la firma de acuerdos bilaterales entre China y gobiernos europeos para patrullajes conjuntos.

Es el caso de Italia, que firmó una serie de acuerdos bilaterales de seguridad con China, en los cuales se ha permitido el patrullaje conjunto, primero en Roma y Milán, y luego en otras ciudades. Una práctica que desde el Gobierno italiano se ha querido llevar en secreto y que según la ONG, ha sido aprovechado por China para implantar un sistema de videovigilancia en el área residencial china para «disuadir los delitos».

Italia ha albergado, según la investigación, 11 comisarías chinas repartidas en Milán (2), Prato (3), Roma (2), Sicilia, Venecia, Florencia y Bolzano.

Estos acuerdos de cooperación policial también se han firmado con Croacia y Serbia entre 2018 y 2019. La elección de estos dos países del este viene motivada por su presencia estratégica en la nueva Ruta de la seda que Xi Jinping ha puesto en marcha, denominada 'La Franja y la Ruta'.

Desde la publicación del primer informe, al menos 12 países, entre ellos España, han iniciado una investigación.

El Ministerio de Exteriores de Canadá ha convocado en varias ocasiones, la última esta semana, al embajador chino en el país, Peiwu Cong, para protestar por la existencia de comisarias chinas en suelo canadiense para reprimir a los disidentes chinos exiliados.

«Hemos tenido varios encuentros, hemos llamado al embajador en múltiples ocasiones y le hemos transmitido nuestra profunda preocupación», dijo el martes el director general para el noreste de Asia del ministerio de Exteriores canadiense, Weldon Epp.

Irlanda es otro país que ha protestado públicamente por la presencia de estos centros en su territorio y ordenó el cierre de todos ellos.

El servicio de noticias neerlandés RTL Nieuws y el colectivo de periodistas de investigación «Follow the Money» publicaron una investigación el pasado mes de octubre, donde aseguraban que la Policía china abrió al menos dos oficinas en Países Bajos, sin informar al gobierno neerlandés, y «hay fuertes indicios de que las sucursales se usan para presionar a los disidentes chinos». El gobierno neerlandés también ha comenzado una investigación.

Las revelaciones de que China lleva a cabo prácticas ilegales en suelo extranjero para reprimir a los disidentes llegan en un momento de debilidad del régimen de Xi Jinping, donde la política de Covid cero ha motivado grandes protestas por todo el país.