Un instituto berlinés de estudios musulmanes, tapadera de la Inteligencia iraní en Alemania

Fue una sentencia del Tribunal Regional Superior de Düsseldorf la que permitió comenzar a tirar de ese hilo: el iraní de 36 años Babak J., que fue declarado culpable de planear un ataque incendiario contra una sinagoga en Bochum a cambio de no tener que enfrentarse a un expediente penal en Teherán. Durante el juicio se probó que la Guardia Revolucionaria iraní había forzado el ataque a través de la extorsión y quedó en evidencia que la Inteligencia iraní espía a los exiliados, a los que también intimida, y espía instituciones judías.

«Irán está interesado en despertar emociones en Alemania, apoyar actitudes antisemitas y crear un estado de ánimo de amenaza contra Israel», ha confirmado el jefe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Thomas Haldenwang, que ha seguido la pista a la brigada de elite de la Guardia Revolucionaria. Sus agentes han llegado hasta un instituto de teología islámica de Berlín desde el que se reclutan espías y ayudantes de terroristas para el régimen radical chiita de Teherán.

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El Instituto Al-Mustafa ha sido declarado oficialmente esta semana como un caso sospechoso de extremismo islámico, categoría que permite la infiltración de agentes y la interceptación de comunicaciones. La Inteligencia alemana apunta a que desde allí se busca a musulmanes extorsionables a los que reclutar bajo presión.

Las autoridades alemanas cuentan con listas de posibles colaboradores terroristas y espías de Irán en el país en las que figuran casi 700 nombres relacionados con la Universidad Internacional Mustafa, la institución matriz del instituto de Berlín, que existe desde 2016 y tiene su sede en un tranquilo rincón del distrito de Lichterfelde. Ofrece una licenciatura en Estudios Islámicos, un título universitario reconocido por Irán en teología islámica chiíta. Organizado como una empresa sin fines de lucro, es una rama de la Universidad Internacional Al-Mustafa en Qom, en Irán, fundada en 1979 por el Ayatolá Jomeini, líder de la Revolución Islámica y fundador de la República Islámica, estrechamente vinculada a su vez a los dirigentes iraníes. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a la universidad en su lista de sanciones hace cuatro años y alegó que, «con sucursales en más de 50 países, es utilizada por la Brigada Quds de la Guardia Revolucionaria como plataforma de reclutamiento para la recopilación y las operaciones de Inteligencia». Además de la financiación del Gobierno iraní, recibe dinero del gran ayatolá Ali Jamenei y de una red de empresas y organizaciones benéficas. El actual presidente de Al-Mustafa, el ayatolá Ali Abbasi, es un miembro de la línea dura del círculo íntimo de Jamenei que llama repetidamente a la lucha armada con Israel.

La Inteligencia alemana sabe que en Berlín operan dos servicios secretos iraníes: el Ministerio de Inteligencia y la Brigada Quds, que recaban información política, militar, económica, científica y sobre figuras de la oposición. Además, la brigada, que es la unidad de elite de la Guardia Revolucionaria y apoya la guerra terrorista islamista contra Israel, utiliza la universidad «para adoctrinar y reclutar fuentes extranjeras».

No se trata de una novedad; en 2018, la Fiscalía General desmanteló una banda de diez terroristas de las Fuerzas Quads, entrenados para mata a disidentes en nombre de Hamás en todo el mundo. Estudiantes afganos y paquistaníes han sido reclutados durante la última década para luchar por el déspota Bashar Al Assad en las milicias chiítas controladas por la Fuerza Quds en Siria. El instituto de Berlín no estuvo en el foco de atención durante ese tiempo porque las autoridades se centraron principalmente en el Centro Islámico de Hamburgo (IZH), que el Ministerio de Interior prohibió el pasado mes de julio, por considerarlo un «nido de espionaje para el régimen iraní».

«A pesar de su prohibición, todavía hay partidarios del islamismo chiíta y del régimen iraní en Berlín», ha constatado el secretario de Estado de Interior, Christian Hochgrebe, ante el Comité de Protección Constitucional del Parlamento. La Brigada Quds actúa en la capital alemana en combinación con la unidad 910 de Hizbolá, formada por agentes chiítas libaneses, cuyas familias no son libanesas y con documentos de identidad europeos que les permiten viajar sin ser detectados. Se estima que Hizbolá tiene desplegados más de mil agentes sólo en Alemania, en misiones logísticas y operativas.