Los casos que Villavicencio denunció y que le pusieron en el disparadero

Sus investigaciones destaparon tramas de corrupción en el mundo de la política y la empresa ecuatoriana

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Fernando Villavicencio, días antes de ser asesinado, había solicitado a la Fiscalía investigar a ex funcionarios relacionados con el sector petrolero de los gobiernos de Rafael Correa, Lenín Moreno, y Guillermo Lasso Rodrigo BUENDIA / AFP

Thalía Flores

Corresponsal en Quito

Nadie se habría imaginado que el niño que nació en un pueblito de la sierra central del Ecuador, en 1963, y que tuvo carencias en su infancia, enviaría a la cárcel a las más altas autoridades y tendría como prófugo a Rafael Correa, el ... político más popular de los últimos tiempos, que gobernó el país durante diez años consecutivos.

La investigación que Villavicencio hizo junto a su colega Christian Zurita y que la Fiscalía llamó caso Sobornos 2012-2016, terminó en sentencia condenatoria por cohecho por una trama de corrupción mediante la cual entregaban contratos a grandes empresas a cambio de coimas -sobornos- para el partido en el poder. Ese caso tiene prófugo a Correa y a altos cargos de su administración.

Precios inflados

Otra de sus sonadas denuncias demostró cuantiosos sobreprecios en la refinería de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre, y en la de El Pacífico, en Manabí, que destaparon tramas del Gobierno de la revolución ciudadana que han salpicado a grandes empresas e, incluso, a autoridades de China. Por una investigación suya también el expresidente Lenín Moreno es juzgado por corrupción y algunos de sus amigos tienen sentencia, por el caso de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, construida también por un consorcio chino y que tiene más de 17.000 fisuras. A su alrededor, un entramado de corrupción repartió más de 70 millones de dólares en coimas.

La víspera de su asesinato, Villavicencio denunció en la Fiscalía la renegociación de 21 pozos petroleros de Petroecuador, que involucraría a los gobiernos de Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso, pero cuyos contratos datan de la era correísta y apuntan a los ministros de esa época Pedro Merizalde y Rafael Poveda. Se trata de los contratos con la empresa Shaya, subsidiaria de la gigante francesa Schlumberger, de los campos considerados «la joya de la corona». El perjuicio al Estado superaría los 9 mil millones de dólares.

Sus investigaciones periodísticas denunciando la corrupción lograron premios dentro y fuera del país, fueron judicializadas y terminaron en sentencia condenatoria de altas autoridades. Villavicencio fue presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional (Congreso) y denunció vínculos de políticos con el narcotráfico. Tres libros que recogen diversas denuncias son parte de su legado.

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