La candidata de Macron consigue la presidencia de la Asamblea Nacional, pero Francia sigue sin gobierno

La reelección de Braun-Pivet sigue dejando en suspenso el gobierno de Francia, que seguirá sin poder asumir sus responsabilidades internacionales con la zona euro, la UE y la ambigua colaboración con la OTAN, en Ucrania.

Tras Yaël Braun-Pivet y André Chassaigne, Sébastien Chenu, candidato de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, quedó en tercer puesto, con 145 votos.

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Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París

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El 28 de junio del 2022, Yaël Braun-Pivet fue elegida presidenta de la AN, por vez primera, con 242 votos. Dos años después, tras la derrota del macronismo en las recientes elecciones, ha sido reelegida con 220. Triunfo relativo, ante el crecimiento relativo de las izquierdas y la extrema derecha.

Hace dos años, los candidatos de la extrema derecha y las izquierdas al puesto estratégico de la presidencia de la AN fueron derrotados con 60 y 144 votos. La tarde / noche del jueves consiguieron 207 y 145, crecimiento llamativo.

Durante los dos años pasados, Macron pudo gobernar con muchas dificultades. Prefirió convocar elecciones anticipadas, intentando conseguir una mayoría absoluta. Apuesta perdida.

Su partido y amigos políticos tienen menos diputados que las izquierdas y la extrema derecha, que han crecido de manera importante.

Antes de disolver la AN y convocar elecciones anticipadas, Macron tenía 246 diputados, hoy solo tiene 169. Las izquierdas tenían 142 diputados, hoy tienen 182. Marine Le Pen tenía 89 diputados, hoy tiene 143. Todas las familias políticas crecen, menos la «macronía» que solo podrá gobernar de manera muy precaria.

Ninguno de los tres grandes bloques parlamentarios tienen los 289 diputados necesarios para conseguir la mayoría absoluta en una AN de 577 diputados. Las amenazas de censura podrán multiplicarse

Macron sigue negándose a aceptar la candidatura de un primer ministro de izquierda o extrema derecha. Hace días, el presidente pidió a su partido y amigos negociar un gran «pacto republicano», para impedir que gobiernen las izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) o la extrema derecha de Le Pen, mayoritarias.

Tras la elección de la presidencia de la Asamblea Nacional, Francia continúa hundiéndose en una crisis existencial grave. Los diputados se marcharán de vacaciones, a primeros de agosto, antes de poder abordar ningún debate de fondo. La sesión parlamentaria comenzará, de hecho, a primeros de octubre.

Durante los próximos días y semanas, los amigos de Macron seguirán intentando negociar una coalición, forzosamente minoritaria. Negociación que puede prolongarse durante el mes de agosto, en el mejor de los casos. Para continuar en septiembre, se todo va tan mal como hasta ahora.

Mientras tanto, Francia tendrá un gobierno precario y provisional, cuando la Unión Europea (UE) sigue pidiendo que París cumpla sus compromisos de Estado, recortando sus catastróficos déficits y deuda pública. El puestero de Francia en la escena internacional queda en posición muy aleatoria.