El Gobierno añadió que la medida, que afecta a particulares y a empresas, tiene carácter temporal y que va a «durar hasta que entre en vigor la congelación nacional», que se espera que suceda entre el próximo mes de octubre y marzo del año que viene.
La suspensión, que fue anunciada por Trudeau tras la matanza de Uvalde, ha sido recibida con escepticismo por los expertos, que consideran que el verdadero problema del país es el contrabando de armas. Desde el 1 de enero de 2019 hasta el 30 de junio de 2022, la región del Pacífico de CBSA confiscó 581 armas de fuego en los puertos de entrada y en envíos de correo internacional.
Repunte de delitos
La medida también se da en el contexto de un repunte de los delitos relacionados con armas de fuego: esta semana se cometieron tres homicidios en 24 horas en la región de Montreal. En la segunda década del siglo XXI, la tasa de homicidios relacionados con armas de fuego aumentó un 7%, según datos del Gobierno canadiense.
Sin embargo, su anuncio parece haber tenido un efecto contraproducente, ya que en pocas horas se agotaron las existencias en distintas armerías del país.
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