La mayoría de los tripulantes de la pequeña embarcación hundida tienen nacionalidad senegalesa, lugar desde el que habría comenzado su ruta, o gambiana. Así lo ha detallado Helena Maleno, portavoz de Caminando Fronteras, que habla de «una cifra de desaparecidos y cadáveres entre 142 y 144 personas», de unas 160 a bordo.
«Salió el 20 o 21 de agosto», ha afirmado Maleno, quien cree que se acercó a Mauritania para pedir ayuda por algún tipo de problema. Llevaban varios días de travesía cuando se produjo el naufragio, en la noche del pasado martes. Gracias a los testimonios de los supervivientes, han podido saber que su destino era Canarias, según ha contado en la Cadena Ser este viernes.
El naufragio se produjo cuando los migrantes vieron las luces de la ciudad de Lemjhairat, situada a unos 80 kilómetros al norte de la capital mauritana, y «se desplazaron hacia un lado, provocando el vuelco», según han contado a AFP.
La búsqueda tras el hundimiento por parte de las autoridades mauritanas continúa cerca de M'haijratt, a 60 kilómetros de la capital, Nuakchot.
Este es el último ejemplo de un drama migratorio que tan solo el año pasado dejó 9.700 muertos, según datos de la misma organización. Su portavoz denuncia también que en ocasiones las autoridades de los países donde ocurren estas tragedias «no quieren dar esas cifras, no quieren publicar el impacto que tienen las rutas migratorias».
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