El último golpe de los demócratas a Trump: publican sus declaraciones fiscales

Los republicanos recuperarán la mayoría la semana que viene, cuando se forme el nuevo Congreso. La Cámara de Representantes ha estado bajo mayoría demócrata desde 2018, en el ecuador de la presidencia de Trump y llevaban tres años de pelea con el multimillonario neoyorquino para acceder a su información fiscal.

El expresidente recurrió a los tribunales para bloquear el intento pero, finalmente, el Tribunal Supremo lo permitió el mes pasado. La información fiscal que se ha publicado son seis declaraciones fiscales de Trump, relativas a los años 2015-2020.

«Los demócratas nunca deberían haberlo hecho, el Tribunal Supremo nunca debería haberlo aprobado y va a provocar cosas horribles para mucha gente», reaccionó Trump en un comunicado. «Los demócratas izquierdistas radicales han hecho un arma de todo. Pero, acordaos, ¡esta es un arma peligrosa de doble filo!»

Eso no intimidará mucho a su sucesor, Joe Biden, que ha publicado sus declaraciones fiscales como candidato a la presidencia y como presidente. No es algo excepcional: aunque no lo impone ninguna norma, todos los candidatos y presidentes desde Nixon han publicado sus declaraciones, como un ejercicio de transparencia ante los votantes.

Trump, que rompió muchas costumbres, se negó a hacerlo, pese a la presión de los medios y de sus contrincantes. Se justificó en que estaba siendo auditado por Hacienda. La realidad evidente es que no quería mostrar que un multimillonario como él se apoyaba en malabarismos y triquiñuelas contables para reducir su factura fiscal, un lujo que no se pueden permitir la gran mayoría de sus votantes.

La semana pasada, cuando el comité de la Cámara Baja anunció que publicaría estas declaraciones, ya confirmó esas sospechas: Trump apenas había pagado impuestos sobre su renta en esos años. De las seis declaraciones en cuestión, el expresidente declaró ingresos negativos en cuatro de ellas. Pese a que alardea de ser un gran empresario y de liderar un imperio inmobilario y del entretenimiento, Trump declaró que él y su esposa sufrieron pérdidas de 53,2 millones de dólares en aquel periodo.

El comité también detalló que el expresidente no fue auditado en sus dos primeros años en la Casa Blanca -frente a la normativa que obliga a auditar a los presidentes- y que Hacienda no completó ninguna de esas auditorías durante los años de su presidencia.

La información divulgada por los demócratas muestra algunas decisiones fiscales cuestionables por parte de Trump, como préstamos a sus hijos, deducciones exageradas o gastos personales declarados como de negocios.

El expresidente está acosado por media docena de investigaciones criminales y civiles en su contra, pero nada apunta a que sus declaraciones fiscales supongan un nuevo frente legal, más allá del pago de multas o ajustes: la fiscalía de Nueva York tiene acceso a esa información desde hace más de un año y no ha presentado ningún cargo.

Otra cuestión será la factura política: las declaraciones fiscales llegan en un momento en el que Trump está debilitado, culpado por algunos republicanos de los resultados mediocres cosechados en las elecciones legislativas y cuestionado como opción más viable para las presidenciales de 2024.