Búsqueda contra reloj para encontrar el pijama rosa de Madeleine McCann en la presa de Arade

Las policías de Portugal, Alemania y Reino Unido colaboran en la operación de búsqueda en la que se espera encontrar al menos restos del pijama de color rosa de manga corta y de la marca Marks & Spencer, estampado con imágenes de Winnie The Pooh, con el que la niña se había acostado la noche de su desaparición. Si bien su peluche favorito Cuddle Cat y la manta también de color rosa con la que se cubría quedaron en el apartamento del que la niña fue raptada, del pijama no quedó rastro y se ha convertido en la única prueba directa de su presencia en cualquier escenario, la pista que podría relacionar directamente el destino de Madeleine con Christian Brückner, el alemán condenado por otras tres violaciones y dos cargos de abusos a menores y que se refería a esta paraje del pantano como «mi pequeño paraíso».

«Les han pedido a los oficiales portugueses que ayuden a buscar cualquier evidencia, pero especialmente trapos, cualquier tipo de tela que pueda ser analizada», han informado fuentes al tanto del rastreo. El fiscal alemán Hans-Christian Wolters, al frente del caso en Alemania, encontró el año pasado fibras de ese pijama rosa en la autocaravana del sospechoso, Christian Brückner. «Hemos encontrado nuevas evidencias, no se trata de pruebas forenses, pero sí de pruebas que nos llevan a estar seguros de que es el asesino de Madeleine McCann», dijo entonces el investigador, que lucha contra reloj por hallar pruebas más allá de lo circunstancial para poder presentar cargos.

Además de las búsquedas que llevan a cabo dos equipos de buzos, servicios de emergencia y funcionarios de Portugal, Alemania y el Reino Unido, tanto uniformados como vestidos de civil, registran exhaustivamente las orillas con rastrillos y palas y escanean el camino que conducía al área, una zona boscosa acordonada con cinta policial. Hasta ahora se han recogido varias bolsas con material que han sido evacuadas por vehículos de la Guardia Nacional Republicana de Portugal sin que los investigadores hayan informado sobre su contenido.

Este nuevo rastreo se produce cuando el Ministerio del Interior británico ha añadido 110.000 libras adicionales al presupuesto destinado para la búsqueda de la niña.

La prensa alemana ha publicado que los fiscales encontraron fotos en la casa del sospechoso que llevaron a esta nueva búsqueda en la presa. El fiscal de Braunschweig, Christian Wolters, se ha limitado a declarar que los investigadores están actuando sobre la base de «ciertos consejos», pero no da más detalles.

Cuatro equipos de oficiales de la Policía Judicial portuguesa están involucrados en la operación, junto con al menos 20 de sus homólogos alemanes. El inspector jefe británico, Mark Cranwell, ha confirmado también que sus oficiales están en Portugal «y estoy agradecido a la Policía Judicial portuguesa y al Bundeskriminalamt alemán por permitirnos estar presentes mientras su trabajo está en curso, para que podamos informar a la familia de Madeleine sobre cualquier novedad en tiempo real». Las autoridades portuguesas han establecido un amplio perímetro de seguridad y han prohibido el acceso de aeronaves, incluidos drones, a la zona.

Alrededor de 20 oficiales con rastrillos y herramientas similares a azadas se desplegaron en una fila y al desbroce de la superficie con rastrillos y azadas se suma un dron para escanear el área desde arriba y se busca con perros en ambas orillas. «Ahora contamos con tecnologías que no estaban a disposición de la policía en 2007, cuando se rastreó el área sólo dos días después de la desaparición, por lo que podríamos encontrar pruebas que entonces no aparecieron», confía una de las fuentes. La tesis de los fiscales alemanes es que la niña está muerta, que Christian Brückner es su asesino y que ella o su cadáver pasaron por este paraje la misma noche de su desaparición o como muy tarde cuarenta y ocho horas después del rapto.