Bukele inaugura una cárcel en El Salvador para albergar a 40.000 pandilleros
El llamado Centro de Confinamiento del Terrorismo es el mayor de Latinoamérica
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Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró una megacárcel bautizada Centro de Confinamiento del Terrorismo. La estructura, construida en solo siete meses, se perfila como el sistema penitenciario más grande de Latinoamérica. Bukele no escatimó recursos para edificarla y dotarla de tecnología ... punta –una rareza en las maltrechas cárceles de la región–, como un escáner de cuerpo completo que es capaz de identificar cualquier objeto que se oculte en el interior de las personas. «Esto es de primer mundo, señor presidente», dijo Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y director general de centros penales 'ad honorem', en un recorrido con Bukele por la instalación. «Los terroristas que van a estar acá son aquellos perfilados como de alto rango dentro de las pandillas, como palabreros (quienes dan las órdenes), clicas (grupos barriales) y toda persona perteneciente a una estructura terrorista», agregó el funcionario.
La presentación de Bukele, acostumbrado a dotar de espectacularidad sus proyectos de Gobierno, fue transmitida también en televisión nacional. Unos drones sobrevolaron el complejo y mostraron los pabellones carcelarios que suman 23 hectáreas. La edificación está rodeada por muros de concreto de 11 metros de altura, anillos de seguridad y áreas de armería. Las celdas están hechas de acero reforzado y cerrojos con certificación internacional. La instalación está construida en una zona rural, a 74 kilómetros al sureste de San Salvador, la capital.
El proyecto se convirtió en la punta de lanza de lo que Bukele llama «una guerra contra las pandillas». A casi un año de haber aplicado el régimen de excepción, la tasa de homicidios del país bajó a 2 por cada 100.000 habitantes, una cifra histórica, pero agridulce para organismos de derechos humanos, que tachan de excesivo el control policial y militar que vive el país. Bajo el régimen se han encarcelados a más 60.000 presuntos pandilleros.
Sin orden ni causa
Los planes de seguridad del presidente no han estado exentos de polémica. Debido al estado de excepción, personas sin una vinculación directa a las pandillas, o expandilleros en proceso de rehabilitación fueron arrestados sin orden judicial ni causa probable. El número de arrestados ha desatado un hacinamiento sin control en las cárceles del país, que tomarán un respiro tras la inauguración del nuevo centro.
La organización Human Rights Watch (HRW) divulgó el pasado viernes un informe que denuncia los abusos del Gobierno salvadoreño, incluyendo «gravísimos crímenes como son las desapariciones forzadas, la tortura y cientos de casos de detenciones arbitrarias de personas que nada tienen que ver con las temibles pandillas que operan en el país».