La brutal detención de un estudiante italiano en Miami causa indignación general

En el vídeo, grabado por la cámara (una bodycam) de uno de los agentes en la comisaría de policía, a las 4,29 de la madrugada, se ve cómo se inmoviliza al joven con una práctica llamada 'hogtie', entre gritos dramáticos. Falcinelli fue esposado y le ataron los tobillos a las manos detrás de la espalda. Fue abandonado en el suelo durante 13 minutos en una sala de seguridad de la comisaría de policía de North Miami Beach. La palabra 'hogtie' tiene su origen en la forma en la que se transportabani atados algunos animales ('hog' en inglés es cerdo). Es una práctica muy controvertida en Estados Unidos. En enero se prohibió en Los Ángeles y en Nueva York. La madre Vlasta Studenicova, nacida en Eslovaquia, con ciudadanía italiana, ha denunciado que su hijo está traumatizado e intentó suicidarse cuatro veces durante su arresto.

Las circunstancias que llevaron al arresto del joven no están todavía del todo claras. Falcinelli había entrado en un club de estriptís al norte de Miami, Dean's Gold, pero según su familia lo hizo creyendo que se trataba de un bar normal, y no un lugar frecuentado por escorts. «Mi hijo -ha dicho la madre a los medios italianos- entró a ese lugar convencido de que era un bar como los demás y no un lugar de estriptís». Según los abogados de Falcinelli, en el local le ofrecieron la compañía de una mujer del club por 500 dólares. No está claro si Falcinelli se negó a pagar, o si pagó y luego pidió la devolución del importe.

En ese momento, Falcinelli se habría dado cuenta de que le faltaban sus dos móviles y entabló una discusión con el portero. Desde el club llamaron a la policía, que llevó al joven estudiante fuera y se originó una discusión, con Falcinelli invocando sus derechos. Posteriormente se han publicado otros dos videos. En uno de ellos se ve a Matteo Falcinelli de pie frente a la entrada del Dean's Gold, pidiendo repetidamente a los agentes que le devuelvan sus dos teléfonos móviles. «Vete», le dice un policía. «No, responde el joven- no me voy, quiero que me devuelvan mis dos teléfonos móviles».

El tono del estudiante es de exasperación. Según su familia, Falcinelli bebió un Cuba Libre muy aguado y un Red Bull. La sospecha -dicen sus familiares- es que habían puesto Ghb en sus bebidas, la peligrosa «droga sexual», un estimulante ilegal que se puede encontrar con mucha facilidad en Miami.

El informe policial dice que Falcinelli pidió que le devolvieran 500 dólares. La madre no cree esta versión policial sobre esa cantidad pagada por su hijo: «Él nunca habría gastado el dinero de esa manera. Digo esto porque él sabe bien cuánto me cuesta mantener sus estudios y los de su hermano Marco en Bolonia. Por tanto, la supuesta petición de recuperar 500 euros no es cierta. Es un chico responsable, voluntario y que tiene claro cuál es su objetivo». En el video grabado a la salida del club se puede escuchar al joven decir: «Yo no hice nada, pagué por todo».

Después de la insistencia del estudiante en pedir que le devolvieran sus teléfonos móviles, «los agentes lo inmovilizaron, lo tendieron en el suelo y lo esposaron. Mientras Falcinelli está tendido en el suelo, un portero sale del club y le entrega los teléfonos celulares a un oficial de policía, quien los juntó con los demás documentos de Falcinelli». También en el vídeo se ve a los policías discutiendo cómo justificar el arresto de Falcinelli. A uno de ellos se escucha que dice, a modo de justificación: «Siguió empujándonos a todos». En Florida, incluso el simple hecho de tocar a un oficial de policía puede justificar el arresto.

Después de tres días de prisión, Falcinelli fue puesto en libertad bajo fianza. En la fase preliminar del proceso, el juez había propuesto que se retiraran todos los cargos a cambio del compromiso de asistir a un programa de reeducación. Falcinelli había aceptado. Sin embargo, según el relato de la familia, sus abogados no obtuvieron el vídeo de la detención con las pruebas de la violencia hasta el 12 de abril. La madre Vlasta Studenicova ha concedido varias entrevistas a los medios italianos.

Al 'Corriere della Sera' explicó que su hijo «tenía la espalda rota cuando fue al hospital» y que «todavía hoy tiene dificultades para realizar con las manos movimientos banales de la vida cotidiana, como desenroscar el tapón de una botella, debido a las consecuencias de que las muñecas fueran atadas muy apretadas con los tobillos». También habló de las implicaciones psicológicas de la violencia de los policías, y lo describió como «debilitado, asustado, alterado. Destruyeron su vida, el joven alegre que siempre fue ya no lo es hoy».

Al diario 'La Repubblica' la madre dijo que en los tres días que estuvo detenido intentó suicidarse cuatro veces. Vlasta Studenicova explicó que la acusación por la que fue detenido -«agresión a un agente de la ley», es decir, resistencia a un funcionario público- era completamente infundada: «Matteo no empujó a los agentes. En las imágenes se puede ver que le pregunta a uno de ellos el nombre, señala la etiqueta del uniforme, tal vez la toca, momento en el que se desencadenó la detención y la violencia».

Del caso se está ocupando el ministerio italiano de Asuntos Exteriores. Su titular, Antonio Tajani, ha declarado: «Estoy profundamente afectado por la violencia y el tipo de trato inaceptable y violento aplicado a nuestro joven compatriota». Tajani llamó a la madre del estudiante italiano. En referencia al video que muestra la tortura al estudiante, atado de pies y manos por la espalda, el ministro de Exteriores es contundente: «Ese sistema en Italia evoca algo que ni siquiera quiero mencionar. Con equilibrio y respeto por las instituciones estadounidenses, pero con toda la fuerza necesaria, el ministerio de Asuntos Exteriores seguirá el caso del señor Falcinelli. Ofrecí a la familia mi más cordial solidaridad y, sobre todo, confirmé que el Consulado italiano en Miami y todo el Ministerio seguirán el caso judicial y ofrecerán asistencia al señor Falcinelli».