Brasil ofrece asilo a la mujer iraní condenada por adulterio

«Le pido al líder supremo de Irán que permita a Brasil conceder asilo a esa mujer» , afirmó Lula, en una declaración citada por la estatal Agencia Brasil que realizó hoy durante un acto de la campaña electoral de la candidata oficialista a la Presidencia, Dilma Rousseff.

El mandatario brasileño, que esta semana había dicho que no pretendía apelar a su amistad con Ahmadineyad para pedir el perdón para la condenada, dijo que durante su carrera política aprendió a negociar y a defender el diálogo entre las naciones. Sakineh Mohammadi Ashtiani, una iraní de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada inicialmente a recibir 99 latigazos y, tras recibir ese castigo, su pena fue convertida en muerte por lapidación.

El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, afirmó hoy que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, ha ofrecido asilo político a Sakine Mohamadi, acusada a adulterio y sentenciada a la lapidación, pues «desconoce su caso» . El portavoz de la diplomacia iraní hizo esta declaración durante su habitual rueda de prensa semanal celebrada hoy en la sede ministerial en el sur de Teherán.

«Por el conocimiento que tengo del señor Lula da Silva sé que es una persona humana y cariñosa, pero posiblemente no ha recibido suficiente información sobre el caso (de Sakineh Mohammadi)», dijo Mehmanparast. El alto funcionario del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores respondió de esta forma a una pregunta sobre la postura de Irán respecto a las recientes declaraciones del presidente brasileño sobre la disposición de este país de dar asilo político a Sakineh Mohammadi. «Lo que podemos hacer es ponerle (a Lula)al tanto del caso», afirmó Mehmanparast al añadir que «el delito de Mohammadi es obvio a base de documentos».

Sakineh Mohammadi Ashtiani, mujer azerí de 43 años y madre de dos hijos, es acusada de adulterio por un tribunal iraní, acusación que rechaza Sakienh y su familia. Un tribunal iraní condenó a Sakineh en 2007 a ser lapidada pero la sentencia no ha sido todavía aplicada por las presiones internacionales. Las autoridades judiciales del régimen teocrático de Teherán, que también acusan a Sakaneh por el asesinato de su marido, anunciaron el pasado mes de julio que la sentencia no será aplicada de momento pero añadieron que la sentencia sigue en vigor.