Bolsonaro niega ante la Corte Suprema haber participado en un intento de golpe de Estado

«Las conversaciones eran bastante informales, no se proponía nada decisivo. Era una conversación informal para ver si existía alguna posibilidad de un dispositivo constitucional para que pudiéramos alcanzar el objetivo que no se logró en el TSE (Tribunal Superior Electoral). Esto se descartó en la segunda reunión», respondió Bolsonaro a Moraes, que es el relator del caso. «No había clima, no había una base mínimamente sólida para hacer nada», declaró el excapitán del Ejército.

Según el expresidente, en la reunión citada, del 7 de diciembre de 2022, se proyectaron en una pantalla algunas conjeturas, que incluían la posibilidad de decretar un estado de sitio, y solo se cuestionó las urnas y la honestidad de las elecciones cuando su partido recibió una multa de 22 millones de reales (unos 3.456.200,00 de euros). En esa ocasión, el juez Moraes multó al Partido Liberal (PL) por pedir el recuento de votos sin presentar pruebas. Bolsonaro declaró que abandonaron esas ideas tras algunas reuniones. «Abandonamos y enfrentamos allí el ocaso de nuestro gobierno».

Bolsonaro también negó la «edición» de un documento que sería «el borrador del golpe», pero el delator del caso, Mauro Cid, que era su ayudante directo, confirmó en su interrogatorio del lunes que el expresidente no solo leyó, sino que también editó el texto. El excapitán también afirmó que no tuvo influencia en el comunicado de las Fuerzas Armadas que puso en duda las urnas electrónicas, al decir que «tras la supervisión de las elecciones, no se podía descartar la posibilidad de fraudes en el sistema».

Sobre la horda bolsonarista que invadió y destruyó las sedes de los Tres Poderes el 8 de enero de 2023, en Brasilia, Bolsonaro rechazó cualquier conexión, pero a su vez criticó las penas impuestas a los detenidos, para quienes ya ha pedido amnistía.

«Me estremezco cuando dicen que el 8 de enero fue un golpe. No se encontró ningún arma de fuego entre esas personas. Por mi parte, nunca se habló de golpe. Un golpe es algo abominable», respondió sobre el ataque ocurrido una semana después de la investidura de Lula da Silva.

Según Bolsonaro, el campamento de bolsonaristas frente al cuartel del Ejército en Brasilia fue un movimiento voluntario y culpó al Gobierno Lula por no haberlo desarticulado. «No es cierto que colaboré con el 8 de enero. No hay nada mío que estimule ese desorden», se defendió, para enseguida leer una nota suya publicada en la red social X, el 8 de enero, en la que dice no estar de acuerdo con el saqueo de los palacios.

Sobre no haberle entregado la banda presidencial a su sucesor, Bolsonaro respondió que no lo hizo por miedo a ser abucheado. El exmandatario dejó el país sorpresivamente en el avión presidencial el 30 de diciembre de 2022, dos días antes de la investidura de Lula, con destino a la ciudad de Orlando, en Estados Unidos, donde vivió durante tres meses.

Durante el interrogatorio, Bolsonaro sorprendió al pedirle disculpas al juez Moraes por haber insinuado, sin pruebas, durante las elecciones, que miembros de la Corte Suprema estaban recibiendo sobornos de 30 millones y 50 millones de dólares.

«No hay indicios, señor juez. Era una reunión que no debía grabarse. Fue un desahogo, una retórica que utilicé. Si fueran otros tres los que ocuparan el cargo, habría dicho lo mismo. Así que, lo siento, no tenía ninguna intención de acusarlos a ustedes tres de ninguna conducta indebida», respondió Bolsonaro a Moraes, buscando la simpatía del magistrado.

Además de esas insinuaciones, las investigaciones han mostrado pruebas de que Bolsonaro y su círculo llegaron a planear un atentado contra el juez Moraes, Lula da Silva, y su vicepresidente Geraldo Alckmin. Por esa razón, la defensa de Bolsonaro trató, sin éxito, de evitar que el magistrado figure como relator del caso, pero Moraes ha recibido el apoyo de sus colegas de la Corte.

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Bolsonaro trató de hacer reír al juez en algunas ocasiones y lo invitó a ser su candidato a vicepresidente en las elecciones del próximo año. «¿Puedo hacer una broma?», preguntó Bolsonaro a Moraes, que respondió: «Tú sabrás. Yo se lo preguntaría a tus abogados». Bolsonaro replicó: «Me gustaría invitarte a ser mi vicepresidente en 2026», provocando la carcajada general. Bolsonaro es inelegible hasta el año 2030.

El expresidente es uno de los ocho acusados del llamado 'Núcleo crucial', una supuesta conspiración que habría sido liderada por él para evitar la elección y la investidura de Lula da Silva, resultado de investigaciones de la Policía Federal y de la Fiscalía. El juicio, que comenzó el lunes, debe seguir esta semana con las declaraciones de todos los citados.

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Además del expresidente, han sido interrogados su exayudante, el coronel Mauro Cid, uno de los principales testigos de la Fiscalía, cuya delación es considerada clave en el proceso; el excomandante de la Marina, Almir Garnier Santos; y el exministro del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno. El exministro de Defensa, de la Casa Civil y candidato a vicepresidente de Bolsonaro en 2022, el general Walter Souza Braga Netto, será interrogado por videoconferencia, pues cumple pena en la Villa Militar de Río de Janeiro desde principios de este año.