Biden logra apoyo republicano en una ley urgente para fabricar microchips

Esa ley, bautizada genéricamente como 'Chips', fue aprobada por el Senado primero y ha sido refrendada por la Cámara de Representantes. El presidente Joe Biden la ratificará en la semana entrante, cuando su equipo espera que comience a dar negativo en la prueba de coronavirus. Es un logro para la Casa Blanca haberla aprobado, y que haya recibido el apoyo republicano refleja la urgencia de este problema en Washington. En total, 24 republicanos se unieron a los demócratas.

El ejército de 'lobistas' de China en Washington intensificó sus esfuerzos en meses recientes para impedir el apoyo republicano a la ley, según han revelado varios informes recibidos y difundidos por el departamento de Justicia. La embajada china incluso llegó a emitir un comunicado en el que dijo que su país se «oponía firmemente» a la ley, calificándola de un vestigio de la «mentalidad de la Guerra Fría», una inusual muestra de injerencia en un asunto doméstico de Estados Unidos.

Lo cierto es que la ley no impide que los fabricantes de chips norteamericanos produzcan también en Asia, Europa y otros lugares, pero ofrece incentivos financieros para que centren sus operaciones en Norteamérica. Por partidas, la ley destina 39.000 millones de dólares a ayuda financiera directa a las empresas que construyan plantas de microchips dentro de EE.UU. Destina otros 11.000 millones de dólares a la investigación y desarrollo de microchips y a la formación de personal, y 2.000 millones a cooperación con el sector militar. Al cambio actual, un dólar es aproximadamente un euro.

Las grandes empresas tecnológicas de EE.UU. han apoyado a la Casa Blanca en esta campaña para incentivar los microchips hechos en América. Intel, por ejemplo, ya se ha comprometido a construir una planta con un coste estimado de 20.000 millones de dólares en Ohio, con 3.000 empleados.

Noticia Relacionada

El paro en Estados Unidos cae a niveles previos a la pandemia

David Alandete

El mercado de trabajo estadounidense suma en el mes de julio unos 528.000 puestos de trabajo, recuperando todos los empleos perdidos en la recesión por el coronavirus

En principio hubo resistencia a apoyar esta ley tanto a izquierda como a derecha en el Capitolio, por lo cuantioso de estos subsidios a gigantes empresariales de EE.UU. Sin embargo, la escasez de componentes y las demoras en el suministro comercial han unido a ambos partidos.

Cuando anunció que la ratificaría inmediatamente, Biden dijo que esta ley «abaratará los coches, los electrodomésticos y los ordenadores, reducirá los costes de los productos cotidianos y creará puestos de trabajo bien remunerados en todo el país y reforzará al mismo tiempo el liderazgo de Estados Unidos en las industrias del futuro».

Más se ha demorado EE.UU. en dotarse de una política y un plan para el despliegue de tecnología 5G ante el avance internacional de China por medio de su suministro de equipos baratos. El Gobierno norteamericano ha advertido a sus socios repetidamente de que el 5G chino puede ser un caballo de Troya para el espionaje.