Biden guarda silencio ante el incumplimiento de Maduro

La inacción aparente en Caracas, que se ha limitado a permitir a última hora que los candidatos inhabilitados puedan llevar su caso a una instancia judicial carente de independencia, fue recibida con silencio en Washington. La Casa Blanca se limitó a decir, por medio del portavoz de su Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, autor también de las anteriores declaraciones: «No adelantaremos decisiones sobre sanciones».

Mientras se acercaba las 0.00 horas del 1 de diciembre, y se agotaba por lo tanto el plazo dado en octubre a Maduro, la Casa Blanca celebraba el Día de Venezuela, una conmemoración de la diáspora de ese país en EE.UU., con un festejo musical y comida tradicional. Una portavoz de la Casa Blanca, Luisana Pérez, dijo que los altos funcionarios presentes, incluidos Juan González, del Consejo de Seguridad Nacional, y Brian Nichols, subsecretario de Estado, se comprometieron a seguir observando «muy de cerca» los acontecimientos en Venezuela para lograr que haya elecciones «libres y justas» en 2024.

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En octubre, la Administración de Biden había aliviado considerablemente las sanciones al sector petrolero de Venezuela a cambio, en gran parte, de que Maduro permitiera una elección presidencial transparente y justa el próximo año. Si el régimen de Maduro no cumplía de forma convincente con estas condiciones antes del 30 de noviembre, el Gobierno de EE.UU. había declarado su intención de reimponer sanciones.

Maduro no solo se ha negado a levantar las prohibiciones sobre líderes de la oposición de forma rápida y decisiva, sino que ha desmantelado los resultados de una elección primaria que ganó Machado, inhabilitada el mes pasado.

No sólo eso, en lugar de excarcelar a estadounidenses, el régimen ha detenido a uno más, un hombre de California llamado Savoi Wright, de 38 años. De momento la familia no sabe si se han presentado cargos penales, dice que no se le ha permitido reunirse con un abogado y el gobierno venezolano no ha revelado dónde está recluido.

La Contraloría General venezolana inhabilitó a Machado para ejercer cargos públicos por 15 años tras las primarias en las que resultó ganadora con un respaldo popular del 92,35%. De momento, en el marco de unas negociaciones mediadas por la diplomacia de Noruega, el régimen permite a los afectados por inhabilitación que se personen en la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo —completamente controlado por el régimen— para presentar un recurso contra la inhabilitación. El máximo tribunal se «pronunciará sobre la admisión de la demanda y el amparo solicitado», algo a tramitar entre el 1 y el 15 de diciembre, dijo el negociador en jefe del régimen, Jorge Rodríguez, según Reuters.

El mutismo de la Casa Blanca ante las muy limitadas concesiones de la dictadura en Venezuela han provocado críticas de los republicanos en el Capitolio. Según el senador Marco Rubio, «el hecho que la Administración Biden creyera que las cosas serían diferentes, sumándole su falta de respuesta y acciones de Maduro, revela mucho. Por un lado, muestra la creencia fanática de los demócratas de que el alivio preventivo de las sanciones puede cambiar el comportamiento de los regímenes autoritarios, aunque toda la evidencia históricamente indique lo contrario».

El senador, que defiende junto a otros legisladores una pronta reimposición de sanciones, cree que «se extiende mucho más allá de eso, por ejemplo en las relaciones de esta Administración con China, Cuba y, evidentemente, Venezuela. El Congreso de EE.UU. ha establecido condiciones claras para la terminación de las sanciones a Maduro, pero los demócratas continúan aliviando esas medidas antes de que se cumplan esas condiciones. Es al revés, porque la eficacia de las sanciones depende de que los países crean que acciones reales, y no promesas vacías, son la única manera de obtener alivio».

El 18 de octubre la Administración Biden levantó las sanciones a Venezuela en el sector petrolero, de gas y de oro durante seis meses. Esto ha permitido una licencia general en esos dos sectores de seis meses, al tiempo que otorga otra licencia general que autoriza las transacciones con la empresa venezolana que comercial con el oro. Sigue vigente la prohibición de negociación estadounidense en el mercado primario de los bonos venezolanos.

El régimen de Maduro y la oposición llegaron antes de ese levantamiento a un acuerdo en Barbados, en el que se pactaron garantías para unas elecciones presidenciales en el país durante el segundo semestre del año entrante. Sin embargo, el acuerdo no ha logrado que el régimen venezolano levante las prohibiciones a los candidatos de la oposición, que no les permiten la ocupación de cargos públicos algunos.

Preguntado el jueves, un portavoz de la diplomacia norteamericana dijo que EE.UU. todavía tiene a su alcance la reimposición de sanciones, si el régimen mantiene sus incumplimientos de cara a las elecciones.