Biden abre la cumbre de la OTAN presionado por su estado de salud

Esta semana, el presidente puede pausar la campaña electoral porque recibe en Washington a jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, y la Casa Blanca confía que en las reuniones y cenas de gala recupere la iniciativa y pueda volver a subir en las encuestas. El jueves tiene previsto dar una conferencia de prensa, algo a lo que no acostumbra. Mientras, su equipo se halla enzarzado en una polémica sobre por qué un neurólogo experto en párkinson le ha visitado repetidamente en pasados meses.

Muy a pesar de Biden, su edad y estado mental están copando la agenda informativa, más que la cumbre de la OTAN. Tras una revelación del diario 'The New York Times' y una acalorada discusión en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca mantenida el lunes, el médico del presidente, Kevin O'Connor, confirmó en una carta que un especialista en párkinson, Kevin Cannard, visitó la Casa Blanca ocho veces en ocho meses, y examinó al presidente en sus reconocimientos físicos anuales. Cannard brindó atención a otros en la Casa Blanca, incluidos uniformados.

Noticia Relacionada

La Casa Blanca publica una carta del médico de Biden ante las especulaciones por las visitas de un experto en párkinson

O'Connor añadió que Biden no ha visto a ese u otro neurólogo fuera de sus exámenes anuales, y no presenta signos de párkinson según su último examen físico detallado en febrero, que concluyó que Biden está «apto para el desempeño de sus funciones». Tras ese chequeo, no ha visto al neurólogo. La secretaria de prensa de Biden, Karine Jean-Pierre, se negó a confirmar detalles específicos por motivos de privacidad, según dijo. Horas después, la Casa Blanca publicó la mencionada misiva.

A pesar de los intentos de Biden de contener el torrente de críticas por su mal debate y una deslucida entrevista en televisión el viernes por la noche, cada vez son más los demócratas que le instan a reflexionar. La última es la senadora Patty Murray, del estado de Washington, quien dijo el lunes, en un comunicado, que es el presidente Biden «quien debe defenderse mostrando su desempeño». «Necesitamos ver a un candidato mucho más enérgico y contundente en la campaña para que pueda convencer a los votantes de que está capacitado«, dijo. Se trata de una petición relevante, pues viene de quien es presidenta 'pro tempore' del Senado, y tercera en la línea de sucesión presidencial.

Los demócratas en la Cámara se reunieron ayer para hablar del futuro del líder de su partido, un día después de que Biden les enviara una carta reafirmándose en su candidatura, recordando que dispone de la inmensa mayoría de delegados para el congreso del partido de mediados de agosto.

En general, a tenor de lo que se filtró a la prensa estadounidense después de esa reunión a puerta cerrada, Biden recibió más apoyos que críticas. Además del respaldo de Ocasio-Cortez y otras jóvenes diputadas de izquierda, que movilizan mucho voto demócrata en sus respectivos estados, el presidente recibió el apoyo de otros, como Juan Vargas, de California, quien lamentó que, para regocijo de Trump, los demócratas estén empeñados en «fusilar a su líder». «Es lo más estúpido que he visto, en lugar de centrarnos en un oponente que es un delincuente convicto, nos estamos cargando al que se supone que es el buen tipo».

Todavía hay margen de cambiar a Biden, siempre que se haga antes del congreso del partido. Las encuestas reflejan una caída con respecto a Trump tras el debate, quedando Biden por debajo en todos los estados cruciales y en las estimaciones generales.

Aun así, eso sólo puede suceder si el presidente llega a la conclusión de que lo mejor para su partido es apearse, porque de lo contrario sus delegados están ligados a él.