La policía francesa registra la casa de Liliane Bettencourt
Se busca esclarecer la procedencia de los regalos que hizo al fotógrafo François-Marie Banier
juan pedro quiñonero
La policía judicial ha vuelto a registrar el domicilio personal de Liliane Bettencourt, en Neuilly-sur-Seine, en la periferia norte de París, por orden de la juez Isabelle Prévost-Desprez, que intenta esclarecer numerosos puntos oscuros relacionados con los fabulosos regalos de la ... millonaria a su amigo íntimo, indisociables de las sospechas de evasión fiscal masiva.
Liliane Bettencourt se encuentra «en el extranjero» y no ha podido asistir al nuevo registro policial de su residencia privada . Su abogado, Georges Kiejman, antiguo ministro de François Mitterrand, se dice «escandalizado» de la «parcialidad» de la juez que ordenó el inesperado registro, cuando la instrucción del fabuloso escándalo sigue su curso.
Varios de los testigos del caso, como la antigua contable personal de Liliane Bettencourt, han denunciado a la policía posibles «robos» de obras de arte, protagonizados, según la denuncia, por el amigo íntimo de la millonaria, el fotógrafo y hombre de mundo François-Marie Banier. La policía judicial ha realizado un «inventario» forzosamente provisional de las obras de arte que han encontrado en el domicilio de la heredera del grupo L'Oreal.
La policía sigue buscando documentos confidenciales sobre el estado de las cuentas personales de Liliane Bettencourt, tras los interrogatorios del gestor de su fortuna y hombre de confianza, Philipe de Maistre, que es el primero de los sospechosos de complicidad en la evasión fiscal generalizada, durante un número indeterminado de años.
Liliane Bettencourt ya fue interrogada por vez primera el mes de julio pasad o, con gran discreción, por tratarse de la primera fortuna de Francia y ser una anciana de 88 años. Su edad y estado de juicio son otra parte importante del escándalo, ya que su única hija y su yerno, con quienes coincide en el consejo de administración de L'Oreal, llevan varios años pidiendo que la señora sea puesta bajo tutela médica, a lo que ella se niega rotundamente, querellándose contra su propia hija.
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