Base 'Torre 22': lo que se sabe sobre la secreta instalación militar de EE.UU. en Jordania y el ataque que ha dejado 3 muertos

Sin embargo, este tipo de ataques a bases estadounidenses en Siria e Irak ha sido relativamente frecuentes desde el 7 de octubre: Washington ha informado de 158 incidentes, ninguno de ellos grave.

Torre 22 está situada en una ubicación estratégicamente importante en Jordania, en el punto más nororiental donde las fronteras del país se encuentran con las de Siria e Irak.

Poco se sabe públicamente sobre la base. Pero está cerca de la guarnición de Al Tanf, que se encuentra al otro lado de la frontera con Siria y que alberga a un pequeño número de tropas estadounidenses.

Tanf había sido clave en la lucha contra el Estado Islámico y ha asumido un papel como parte de una estrategia estadounidense para contener la concentración militar de Irán en el este de Siria. Torre 22 está ubicada lo suficientemente cerca de las tropas estadounidenses en Tanf como para potencialmente ayudarlas a apoyarlas, al mismo tiempo que podría contrarrestar a los militantes respaldados por Irán en el área y permitir que las tropas vigilen los restos del Estado Islámico en la región.

De hecho, en algún momento, Jordania aseguraba que la instalación atacada era Al Tanf, y el grupo proiraní que ha reivindicado los ataques también la citaba como objetivo.

El ejército de Jordania es uno de los mayores receptores de financiación militar extranjera de Washington. El reino tiene cientos de entrenadores estadounidenses y es uno de los pocos aliados regionales que realiza ejercicios extensos con tropas estadounidenses durante todo el año.

Desde el inicio del conflicto sirio en 2011, Washington ha gastado cientos de millones de dólares para ayudar a Ammán a establecer un elaborado sistema de vigilancia conocido como Programa de Seguridad Fronteriza para frenar la infiltración de militantes de Siria e Irak.

Hay muchas dudas sobre esta instalación militar atacada. En primer lugar, no está claro cuántas tropas estadounidenses están realmente estacionadas en ella. Tampoco está claro el tipo de armas que se conservan, las defensas aéreas utilizadas y qué salió mal exactamente para recibir un ataque con drones tan letal.

La Resistencia Islámica en Irak, una nebulosa de combatientes de grupos armados proiraníes que rechaza el apoyo de Estados Unidos a Israel, ha reivindicado los «ataques perpetrados el domingo al amanecer con drones» contra varias bases de los EE.UU.

El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, ha afirmado que la muerte de los soldados es «un mensaje para el Gobierno estadounidense de que, a menos que el asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación» musulmana.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha transmitido sus condolencias por el ataque, que ha achacado a «milicias proiraníes» que operan en Siria e Irak, según un comunicado de la Casa Blanca.

«Seguiremos con nuestro compromiso de luchar contra el terrorismo. No tengan ninguna duda: haremos que todos los responsables rindan cuentas en el momento y la forma que elijamos», ha afirmado Biden en una declaración difundida por la Casa Blanca.

Por su parte, el representante de Irán ante la ONU, Amir Saed Irwani, ha afirmado que Teherán «no tiene nada que ver» con el ataque con un dron suicida lanzado por presuntas milicias proiraníes en Jordania.

«Irán no tiene nada que ver con estos ataques. El conflicto es entre Estados Unidos y los grupos de resistencia de la región, que van y vienen el uno contra el otro», en referencia a los numerosos ataques en represalia de las últimas semanas, tal y como ha manifestado el diplomático en declaraciones a la agencia de noticias iraní IRNA.