Un atentado inusual en Japón, uno de los países con la tasa de homicidios más baja del mundo

Es tan inusual, que Japón se encuentra entre los países del mundo con la menor tasa de homicidios. En 2019, la tasa de muertes por violencia armada en Japón fue de alrededor de una por cada 5 millones de personas. El país también tenía el menor número de armas per cápita entre los países desarrollados, en concreto tres por cada 5 millones de habitantes. En 2018, el país reportó nueve muertes por armas de fuego entre los más de 125 millones de habitantes que tiene Japón.

Estados Unidos, en 2018, notificó 39.740 muertes por armas de fuego. El país nipón tuvo apenas 10 casos penales relacionados con armas de fuego en 2021, con un saldo de un muerto y cuatro heridos, según la policía. Ocho de los casos estaban ligados a pandillas. Tokio no registró ni un solo incidente armado, ni heridos ni muertos durante ese mismo año, aunque se incautaron 61 pistolas.

En Japón, el debate sobre el derecho de portar armas de fuego es un asunto de la menor importancia desde hace décadas. Las leyes japonesas sobre armas de fuego son muy restrictivas. Las pistolas están prohibidas y únicamente se venden escopetas y rifles de aire comprimido, pero conseguirlas es muy complicado.

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Para obtener una licencia de armas, los posibles compradores deben asistir a una clase de un día de duración, aprobar un examen escrito y una prueba de tiro con una precisión de al menos el 95%. Se tiene en cuenta la salud mental, el consumo de drogas, antecedentes penales, deudas, participación en el crimen organizado y relaciones con amigos y familiares.

Cuando se obtiene el arma, el propietario debe informar a la policía del lugar donde se guardará, y será inspeccionada una vez al año. Cada tres años, los propietarios deberán volver a realizar el curso y el examen. Es por eso, por lo que en Japón la tasa de armas por persona se sitúa en 0,25 por cada 100 personas, mientras que en Estados Unidos se dispara hasta las 120 por cada 100 personas, más armas que personas. Además, es raro que los agentes de policía nipones porten sus armas.