Argentina recuerda el 30 aniversario del atentado que sacudió al país

Ni un minuto antes, ni un minuto después: exactamente a las 9:53 de este jueves sonaron las alarmas que dieron inicio al acto que recordó el mayor atentado de la toda historia argentina, ocurrido un 18 de julio del año 1994. Precisamente a esa hora, 30 años atrás una explosión acabaría con la vida de 85 personas y dejaría como saldo más de 300 heridos.

El acto que tuvo lugar esta mañana contó con la presencia de otros jefes de Estado de la región, además del presidente Milei: asistieron a la cita tanto el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, como el mandatario de Paraguay, Santiago Peña. Ambos habían participado el miércoles de una cumbre contra el terrorismo en Buenos Aires, una especie de antesala de la ceremonia oficial.

A su vez, estuvieron presentes diferentes delegaciones extranjeras: AJC-American Jewish Committee, ADL-Anti-Defamation League, el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (en francés: Conseil Représentatif des Institutions Juives de France) (CRIF), The Centre for Israel and Jewish Affairs (CIJA), Board of deputies of British Jews (UK), Executive council of Australian Jewry, Central counsil of jews in Germany.

También asistieron a la cita la vicepresidenta Victoria Villarruel, además de varios integrantes del Gobierno argentino. Estuvo presente en el evento la exesposa del fallecido fiscal Alberto Nisman.

Horas antes de comenzar la ceremonia oficial, el flamante Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se había referido públicamente a la reciente amenaza de Irán a Argentina. «Nos tiene sin cuidado y al presidente no lo van a amedrentar», afirmó esta mañana.

Javier Milei ya se había referido al atentado en la tarde del miércoles, cuando acusó públicamente a la Justicia y a la política de haber sido «cómplices» o «encubridores» de los ataques. Pero en la mañana del jueves en la sede de AMIA, ubicada en el barrio porteño de Once, ha sido el presidente de este organismo, Amos Linetzky, quien ha criticado con dureza tanto la labor de la Justicia como la del Congreso argentino. «¿Cuántas décadas más tienen que pasar? ¡Hagan su trabajo!», reclamó enfáticamente ante los aplausos de la audiencia que asentía con la cabeza. En su alocución pidió que se aclare la muerte del fiscal Alberto Nisman: «El asesinato de un fiscal que apareció muerto con un disparo en la cabeza horas antes de presentarse a realizar su denuncia ante el Congreso de la Nación». Asimismo, exigió la liberación de los rehenes de Hamás.

Linetzky habló también de sus reclamos a la Casa Rosada: «Pedimos al nuevo Gobierno que la causa sea una verdadera cuestión de Estado». Minutos antes de que comenzara el acto, el Gobierno argentino había promulgado la ley 27.744, a partir de la cual declara al 18 de julio como día de duelo nacional en homenaje a las víctimas de los atentados de 1994. A su vez, celebró la decisión de la Casa Rosada de declarar a Hamás como organización terrorista, al mismo tiempo que incitó al resto de los países de la región a seguir sus pasos.

Uno de los momentos más importantes del discurso ocurrió cuando el presidente de AMIA hizo una comparación entre los atentados de 1994 y el accionar de Hamás. En este sentido, expresó: «Estamos hablando de lo mismo. El factor común es Irán».

Luego, continuó: «Seguimos porque el terrorismo sigue, porque desde el pasado 7 de octubre no somos los mismos. Hamás fue la responsable del pogrom más sangriento de nuestra era. Gritamos y reclamamos porque el silencio es la opción de los cobardes e incluso de los cómplices. Nunca la nuestra. Nuestra tradición nos enseña a no permanecer ajeno frente al sufrimiento del otro».

En un sentido discurso, el presidente de AMIA lamentó la falta de respuesta por parte de las autoridades en las últimas décadas: «Parece mentira que hayan pasado 30 años desde aquella fría mañana del 18 de julio de 1994. 30 años sin una sola persona respondiendo por este ataque, 30 años en los que el Estado argentino ha mirado para otro lado, colmado de falencias, demoras y errores, tal como fuera remarcado hace poquito por la Corte Interamericana de Derechos Humanos«.

A continuación, Linetzky sostuvo: «30 años que nos enseñaron la pobre actuación de una fiscalía dedicada exclusivamente a la causa AMIA, con la mayor cantidad de empleados del país trabajando en un solo caso, pero que no ha generado avances significativos en los últimos 10 años. 30 años en los que países como Qatar, Rusia, China, Turquía, Siria, Bolivia y Nicaragua han permitido que personas acusadas de haber cometido este crimen de lesa humanidad pasen cómodamente por sus fronteras burlando las alertas rojas de Interpol y en algunos casos siendo recibidos con honores».