La amenaza de 'impeachment' amarga a Biden sus vacaciones
Los republicanos se acercan a un juicio político al presidente para embarrar su campaña de 2024
El principal argumento son los presuntos líos de corrupción de su hijo díscolo, Hunter, en Ucrania
Trump exige que se detenga la ayuda a Ucrania hasta que se investigue a Biden
El matrimonio Biden disfrutando de sus vacaciones en Delaware
Joe Biden se ha ido de vacaciones a Rehoboth, la localidad playera de Delaware en la que veranea desde siempre. El presidente de EE.UU. quiere dar la sensación de normalidad, con la agenda semanal limpia de cualquier compromiso y dejándose fotografiar en ... la orilla del mar, entre bañistas. Pero la verdadera sombra no es la de su sombrilla playera, sino la que proyectan los republicanos desde el Congreso: avanzan hacia un 'impeachment' o juicio político por su relación con los presuntos líos de corrupción de su hijo díscolo, Hunter Biden, en Ucrania.
Desde que los republicanos recuperaron la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre del año pasado, era evidente que el impulso de un 'impeachment' –potestad de la Cámara Baja- sería una amenaza política contra Biden. El ala más 'trumpista' del partido se comprometió desde el primer día a utilizarla contra el presidente de EE.UU. y contra otros altos cargos a los que acusan de delitos: Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, por su gestión de la crisis migratoria; y Merrick Garland, fiscal general, por las causas penales que persiguen a Donald Trump y que consideran una utilización política de la justicia.
La mayoría de republicanos también defienden que los demócratas abusaron antes de su mayoría en la Cámara de Representantes para aprobar dos 'impeachment' contra el expresidente –como todo con Trump, algo histórico– y algunos creen que ahora es su turno para hacer lo propio con Biden.
Es evidente que el flanco débil de Biden es su hijo. Hunter ha hecho las delicias de la prensa amarilla de EE.UU. por sus años de consumo de droga y por las fotografías con contenido sexual que han trascendido de sus años oscuros.
Pero el peligro para Biden no tiene que ver con eso, sino con los supuestos problemas de corrupción en Ucrania con los que le habría relacionado. La principal denuncia de Trump y sus aliados republicanos es que, en su época de vicepresidente, Biden exigió al Gobierno de Ucrania que destituyera al fiscal general del país, que investigaba a Burisma, una compañía energética en la que Hunter tenía asiento en su consejo de administración. Pero también acusan al presidente de participar de negocios cuestionables de su hijo en el extranjero y de que, bajo su mandato, el Departamento de Justicia entorpeció la investigación a Hunter por delitos fiscales.
Hasta el momento, los republicanos no han presentado pruebas concluyentes al respecto de la corrupción en Ucrania, pero en este momento parecen más cerca que nunca de empezar el proceso de 'impeachment'.
Así se desliza de las palabras de Kevin McCarthy, el republicano que preside la Cámara de Representantes. «Hay que ir hasta el fondo de la verdad y la única forma en la que lo puede hacer el Congreso es con una investigación para 'impeachment'», dijo la semana pasada. En ese sentido, en una reunión cerrada con el grupo parlamentario de los republicanos, les dijo que, aunque no estaba decidido, está «cerca» de hacerlo.
Después, ante los medios, aclaró que «una investigación para 'impeachment' no es un 'impeachment', sino algo que «permite al Congreso obtener información».
McCarthy dejaba claro en sus palabras que, al igual que desde que inició su presidencia de la Cámara Baja, está entre la espada y la pared, con la necesidad de hacer equilibrios entre dos tipos de diputados republicanos: el ala más extremista y cercana a Trump, minoritaria pero necesaria impulsar agenda legislativa, y los moderados que temen perder su escaño si el partido toma esa deriva.
El ala dura ya amenazó a McCarthy con dejarlo sin el mazo de presidente el pasado enero y ahora da señales de que no votarán en septiembre a favor de leyes presupuestarias que persiguen los republicanos si no se da luz verde al 'impeachment'. Pero los moderados, a quienes también necesita, tienen muchas dudas sobre el juicio político: «El 'impeachment' se va a llevar todo el oxígeno», protestó el diputado Tony Gonzales, de Texas, que defendió que a sus votantes lo que les importa es «la inflación, la frontera, la seguridad en el colegio, las cosas de verdad». «¿Hay suficientes datos y pruebas para asegurar ese siguiente paso?», reaccionó Mike Lawler, de Nueva York, otro moderado. «No creo que sea así en este momento».
Eso importa poco al gran agitador del 'impeachment', Donald Trump. Colocar a Biden, su presumible rival en las presidenciales del año que viene, como acusado de delitos le serviría para embarrar el terreno de juego y crear una equivalencia frente a sus abundantes causas penales.
En un mitin este fin de semana en Pensilvania, quizá el estado más decisivo en las elecciones, Trump exigió que se parara cualquier envío de armamento a Ucrania hasta que el Gobierno entregue todas las pruebas sobre la relación de Biden con Burisma.
Biden, camino de la playa, se tomó con sorna la posibilidad de ser juzgado en el Congreso: «Los republicanos van a tener que encontrar otra cosa con la que criticarme ahora que la inflación cae. Quizá decidirán hacerme un 'impeachment' porque está bajando, no sé. Eso me encantaría».