El aliado de Putin que espera la orden para destruir Occidente hasta hacerlo «añicos»

En su mensaje añadió que Rusia es el único país del mundo que «se pronuncia contra la abominación infernal que propaga Occidente», y que agradece que Putin «tome una decisión tan acertada y nos dé la oportunidad de participar en esta lucha sagrada contra el satanismo». «Estamos listos para ir más allá con las órdenes, para tomar fácilmente Kiev y los países de la OTAN», decía la publicación. «Nuestras unidades, endurecidas en batallas reales, ningún ejército del mundo podrá resistirlo. ¡Tenemos experiencia, arsenal, fe, patriotismo, idea y VERDAD! ¡Occidente aún no comprende cuán fuertes somos NOSOTROS!».

Kadyrov agregó que con una orden de Putin, «estamos listos para aplastar la campaña falsamente democrática, pseudoliberal y bárbara militar de los estados occidentales, que están corrompiendo a la comunidad mundial en un intento de someter a todo el mundo bajo ellos».

En mayo, Kadyrov afirmó en un vídeo que después de Ucrania, estaba preparado para atacar a Polonia, miembro de la OTAN, y le dijo al país europeo que «mejor recuperara» las armas que proporcionó a Ucrania para ayudarla en su contraofensiva. «Después de Ucrania, si nos dan el mando, en seis segundos les mostraremos de lo que somos capaces», dijo Kadyrov.

A principios de este mes, Kadyrov publicó otro mensaje en Telegram en el que pedía permiso para que sus fuerzas se unieran a la guerra en Ucrania para «vengarse de nuestros enemigos de sangre».

Kadyrov, que gobierna Chechenia con mano de hierro, es un exrebelde convertido en aliado del Kremlin con una fuerza paramilitar a su mando. Ha sido acusado por organizaciones internacionales de graves violaciones de derechos humanos en la república del Cáucaso que controla estrictamente. Nacido el 5 de octubre de 1976, Kadyrov siguió los pasos de su padre, ya que Akhmad Kadyrov también fue el jefe de la República de Chechenia hasta su asesinato en 2004.

Chechenia sufrió dos guerras en las décadas de 1990 y 2000 cuando la Federación Rusa buscaba tomar el control de la república independiente. En 2000, Akhmad y Ramzan Kadyrov cambiaron de bando del movimiento independentista checheno y ofrecieron sus servicios al gobierno ruso.

Akhmad fue nombrado presidente de la República de Chechenia en 2003, pero murió el 9 de mayo de 2004 por la explosión de una bomba durante un desfile conmemorativo de la victoria de la Segunda Guerra Mundial. Después de cumplir 30 años Kadyrov, se hizo con el poder como el actual presidente checheno, cargo que ocupa desde 2007.