«Que alguien nos diga qué tenemos que hacer para poder traer a los nuestros»

La mesa dispuesta en forma de U es una representación del 'Sabbat', la cena que los judíos celebran cada semana y que los rehenes se han perdido desde hace cuatro. En el medio, hay un comedor más pequeño, con sillas y cubiertos de bebé. «Con este evento, queremos presionar ante el Congreso para que actúen tanto por el español raptado como por todos los israelíes que Hamás se llevó, incluyendo treinta niños», comenta Alberto Benbunán, uno de los organizadores de la concentración. «Ni la Cruz Roja ha podido hablar con los secuestrados, todavía no sabemos nada de ellos».

Algunas personas tomaron la palabra durante la manifestación, entre ellas Liron Hacohen, una israelí superviviente del ataque de Hamás. «He decidido hablar en el idioma de mi pueblo, en hebreo», dijo al comienzo de su discurso, que era traducido por otra persona. «Frente a vosotros tenéis a un testigo de las atrocidades». Según relata Hacohen, el «sábado negro» oyó los disparos y las explosiones y pensó que su final y el de su marido había llegado. «Nos escondimos en el refugio durante 22 horas. Teníamos miedo. Lo único que teníamos era una pequeña botella de agua y un cuchillo de cocina para protegernos, que no nos hubiese ayudado contra las armas de Hamás», decía entre llantos. «Nosotros pedimos la paz y recibimos todo el mal del mundo», lamentaba. Y mientras hablaba, Hacohen mostraba la foto del hermano de su marido, que fue asesinado en el ataque por salvar a su esposa y a su hija de un mes.

Otros dos eventos fueron convocados en simultáneo. Frente a la Embajada de Qatar, uno de los Estados involucrado en las negociaciones para liberar a los rehenes por su antiguo vínculo con Hamás, personas vestidas de negro sostuvieron pancartas con las caras y los nombres de los rehenes. Asimismo, frente a la Delegación del Parlamento Europeo se exhibieron globos rojos atados a zapatos y carteles de los desaparecidos. Todo es parte de una campaña llamada «Traedlos a casa ya». Según Benbunán, estos eventos son «una manera de ejercer presión para que los gobiernos intercedan. Que alguien nos diga qué tenemos que hacer para poder traer a los nuestros».

A pocos metros del Congreso, sucedía otra manifestación. Una docena de personas con banderas palestinas leía en voz alta un listado con los nombres de las decenas de niños que han muerto a raíz del contraataque israelí y protestaban por los muertos, heridos y detenidos tanto en Gaza como en Cisjordania. Según Asunción Estriégana, miembro de la organización Palestina Toma la Calle esta será una concentración permanente, hasta que cesen los bombardeos.