Alemania resetea su sector armamentístico para adaptarlo al «campo de batalla de cristal»

«Estamos encantados de utilizar el Heron TP en el espacio aéreo alemán», ha declarado el teniente general Ingo Gerhartz al 'Tagesspiegel', «los drones desempeñan un papel crucial en las operaciones modernas, ya que permiten el reconocimiento, la vigilancia y la protección de las propias tropas en tierra.... esperamos con ansias las posibilidades futuras que nos ofrece».

El nuevo Heron TP, del que la Budeswehr dispone ya de cinco unidades, ha sido desarrollado técnicamente por el fabricante Israel Aerospace Industries y, a diferencia de un avión de combate Tornado, que se ve obligado a aterrizar periodicamente o repostar combustible en el aire, puede vigilar durante muchas horas una gran zona, así como adentrarse en los mares del Norte y el Báltico. Y es sólo el principio: actualmente se está desarrollando el Eurodrone, un proyecto europeo que servirá a la Fuerza Aérea alemana un total de 21 unidades hasta 2030.

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Rosalía Sánchez

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Los mandos militares alemanes hablan de un recién aparecido «campo de batalla de cristal» y de consideraciones tácticas completamente nuevas, ya que, por ejemplo, la vigilancia constante desde el aire hace casi imposible el avance sorpresa y convierte en irrelevantes otros productos militares en los que la industria del armamento todavía trabaja. Ese desfase entre la fabricación de armamento y las nuevas necesidades tácticas es una de las primeras reflexiones del grupo de trabajo sobre drones recién creado en el Ministerio de Defensa de Berlín.

Florian Hahn, portavoz de Defensa del grupo parlamentario conservador en el Bundestag, explica que «con el grupo de trabajo especialmente creado para drones, estamos reaccionando a los acontecimientos actuales, analizamos los aspectos operativos y agrupamos la experiencia existente, con el fin de sacar rápidamente las conclusiones necesarias para el desarrollo de capacidades de las fuerzas armadas».

Los conocimientos tácticos adquiridos en Ucrania, donde se está utilizando por primera vez la nueva generación de armamento, ya se están incorporando al entrenamiento de las fuerzas armadas y las capacidades de los fabricantes de armas, pero no lo suficientemente rápido. La guerra en Ucrania exige, además, adaptaciones del armamento tanto hacia adelanta como hacia atrás en el tiempo. El ejército ucraniano utiliza todavía armas antiguas de la era del Pacto de Varsovia y el fabricante alemán Heckler & Koch, por ejemplo, está ampliando su gama de productos para poder alimentarlas. La empresa no sólo se propone ofrecer municiones del calibre de la OTAN, sino también municiones para ametralladoras y fusiles de asalto Kalashnikov.

Los calibres soviéticos son tradicionalmente los cartuchos de 5,45 x 39 milímetros, 7,62 x 39 milímetros y las ametralladoras de calibre 7,62 x 54 milímetros. Según Heckler & Koch, casi toda la gama de productos de la empresa se utiliza actualmente en Ucrania, incluidas las pistolas SFP9 y las ametralladoras MG5 suministradas en coordinación con Berlín. Con el fusil de asalto HK132E, el fabricante de armas ya dispone de un prototipo del calibre Kalashnikov de 7,62 x 39 milímetros. Otros fabricantes, como la checa CZ (Česká Zbrojovka a.s.) también producen munición para ambos mundos de calibres.

También está ampliando su catálogo de municiones el mayor fabricante alemán, Rheinmetall, cuya división de municiones registró en el primer trimestre de 2024 un aumento de la producción del 70%, con 362 millones de euros, en comparación con el mismo período del año anterior. La cartera de esta división tiene un valor de 1.141 millones de euros en marzo, gracias a la producción de munición para tanques, artillería y cañones antiaéreos, gran parte destinada a Ucrania. Con la adquisición de la española Expal, Rheinmetall ha reforzado además su unidad de negociación y áreas de producción existentes. Pero si la industria se concentra en el suministro a Ucrania quita espacio productivo a las municiones que necesitan las nuevas generaciones de armamento en desarrollo. «La prioridad está en el factor tiempo, para el rápido desarrollo e implementación de capacidades en las tropas», dice Hahn, que identifica cuatro áreas en las que es necesario urgentemente reorientar el sector del armamento: „la defensa con drones y, en lo que respecta a nuestro propio uso, en el reconocimiento, la logística y los sistemas de armas«.

El Gobierno alemán, en su opinión, «hasta ahora no ha reaccionado adecuadamente» a los cambios en la guerra moderna. Una moción al respecto se discutirá este jueves en el Bundestag. «Se está perdiendo demasiado tiempo», insiste, y señala la necesidad de más protección para las posiciones de la Bundeswehr en las que se reportaron 446 avistamientos de drones el año pasado. Pide la «construcción de un ejército de drones» y «una nueva rama de tropas denominada 'sistemas no tripulados' y defensa con drones». Además, «todas las unidades militares combatientes deben poder combatir con drones«, para lo cual le parece imprescindible «repensar la separación entre la investigación militar y civil». «Los drones se han convertido en una parte integral de la guerra actual en todas las dimensiones», reflexiona, «la necesidad de un ejército de drones también incluye«un mayor desarrollo de drones y sistemas de defensa por parte de la industria alemana».