Alemania prepara un nuevo paquete de 3.000 millones de ayuda a Ucrania

«El gasto adicional y la autorización de compromiso son objetivamente inevitables, ya que debido al continuo deterioro de la situación militar en Ucrania, existe un grave riesgo de que Ucrania sea derrotada en su lucha defensiva sin un apoyo material significativamente mayor», dice la propuesta, que insiste en la urgencia de la ayuda argumentando que el apoyo material es decisivo en el frente.

Este nuevo paquete de ayuda a Ucrania fue indirectamente causa de la ruptura del anterior gobierno, la coalición semáforo de Olaf Scholz. El Canciller utiliza una exención del freno de la deuda anclado a la Constitución para este fin, pero sus socios liberales del FDP insistían en financiar las entregas de armas a través de los llamados gastos sobreprogramados en el presupuesto.

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El ministro de Defensa, Boris Pistorius, adelantó en su última reunión en Berlín con su homólogo ucraniano, Rustem Umjerov que, si la financiación tiene éxito, sería posible la entrega de más sistemas de defensa aérea con misiles guiados. El paquete de 3.000 millones estará destinado también a fortalecer las capacidades de las fuerzas terrestres ucranianas con sistemas de artillería adicionales: el Panzerhaubitze 2.000 y el nuevo obús de ruedas RCH 155.

La aportación legitima, por otra parte, el rol de Alemania en el Grupo de Contacto, la alianza de países comprometidos en el sostenimiento militar de Ucrania. Pistorius ha anunciado que, con el fin de coordinar un mayor apoyo a Ucrania, él y su colega británico John Healey han decidido continuar el trabajo del Grupo de Contacto «como copresidentes, bajo nuestro liderazgo conjunto».

Pistorius ha criticado el acuerdo entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, para suspender los ataques mutuos contra instalaciones energéticas durante 30 días en la guerra de Ucrania como un «número cero» que, en realidad, no significa nada, porque la infraestructura energética en Ucrania está mejor protegida de todos modos. Ha señalado que los ataques rusos contra la infraestructura civil en Ucrania no habían disminuido después de la llamada telefónica de Trump con Putin.

«Así que Putin está jugando un juego aquí, y estoy seguro de que el presidente estadounidense no podrá quedarse de brazos cruzados por mucho tiempo», ha augurado. «Y estoy muy seguro de que habrá un momento en el que reaccionará, tendrá que reaccionar, también en el sentido de la fuerza y la reputación de los Estados Unidos de América«, es su conclusión.

Desde el punto de vista de Pistorius, las condiciones de Putin para un alto el fuego tienen como objetivo principal debilitar a Ucrania para que pueda seguir armando y reuniendo más tropas en la frontera con Ucrania o en los territorios ocupados. Desde este punto de vista, Alemania reforzará cuanto pueda a Ucrania para facilitar a Zelenski una posición de negociación más fuerte.

Cabe recordar que, después de la llamada telefónica entre Trump y Putin, el Kremlin había anunciado que Rusia había precisado una serie de demandas entre las que figura como indispensable que Occidente deje de suministrar armas e información de inteligencia a Ucrania. Sin embargo, Trump explicó más tarde en Fox News que Putin no había pedido el cese inmediato de toda la ayuda a Ucrania, sin dejar claro a qué tipo de apoyo se refería, si era militar, financiera o humanitaria.

Las empresas armamentísticas alemanas que cotizan en bolsa se están beneficiando ya de la nueva política de gasto militar, ya que el anuncio de miles de millones en gastos adicionales en defensa ha hecho que los precios de las acciones se disparen. Sin embargo, empresas como Hensoldt, Renk, KNDS, Diehl o Rheinmetall se encuentran en estado de emergencia desde el estallido de la guerra en Ucrania. Todas ellas están desarrollando capacidades, buscando nuevos empleados y buscando oportunidades de crecimiento en otras industrias.

Por ejemplo, hay conversaciones con la industria automotriz y sus proveedores sobre posibles adquisiciones, ya sea de personal o incluso de plantas enteras. Pero el hecho es que el aumento de la capacidad disminuye en relación a los pedidos reales. El grupo Rheinmetall, por ejemplo, ha modelado su posible crecimiento en función de la proporción del gasto en defensa en el producto interior bruto. Si suben al 3,5% del PIB, el consejero delegado, Armin Papperger, espera que las capacidades se dupliquen de nuevo. La confianza en sí mismo en la industria armamentística es grande para poder manejar una gran cantidad de pedidos adicionales, pero admite que, finalmente, será una cuestión de precio.