Berlín pierde los archivos de Helmut Kohl sobre los secretos de la reunificación alemana
Según un artículo de 'Der Spiegel', numerosos archivos importantes de la era Kohl (1982-1998) no están donde deberían estar y nadie puede dar pistas sobre su paradero
Muere Helmut Kohl, el gigante de la reunificación alemana
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónLas cumbre de jefes de gobierno europeo están hoy a la orden del día, pero en mayo de 1983, el hecho de que el canciller alemán se fuese dos días a París, a un retiro con el presidente de Francia, era de gran trascendencia política. ... En aquella intensa reunión entre Helmut Kohl y François Mitterrand se acordaron estrategias comunes frente a la penetración de producción industrial extranjera y un cierre de filas para hacer frente a la inflación, en un tiempo en el que no contábamos todavía con el BCE. También trazaron estrategias comunes de política internacional, por ejemplo la relacionada con la adhesión de España y Portugal a la UE. Y los documentos de todas esas conversaciones, en las que se escribía la historia de la Guerra Fría en Europa, se los llevó Kohl al bungaló de Bonn, en el que no había una clara frontera entre el hogar y la Cancillería alemana.
Tras la muerte en 2002 de su esposa, la tan querida Hannelore, y el accidente doméstico que dejó al ya ex canciller alemán privado de la mayor parte de sus capacidades, se hizo con el control de numerosa documentación su segunda mujer, Maike Kohl-Richter, única heredera también después de su muerte, y al Estado alemán le ha costado Dios y ayuda ir recuperando algunos de los históricos documentos, como los referentes a esa reunión de dos días en mayo de 1983, que quedaron bajo custodia de los Archivos Federales. Los documentos, sin embargo, han desaparecido.
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Según un artículo de Der Spiegel, numerosos archivos importantes de la era Kohl (1982-1998) no están donde deberían estar y nadie puede dar pistas sobre su paradero. Faltan, por ejemplo, los originales de 70 documentos que los historiadores del Instituto de Historia Contemporánea copiaron durante la vida de Kohl, entre 2012 y 2014, en su casa de Oggersheim en Renania-Palatinado. Falta abundante correspondencia de Kohl con ministros, como el ministro de Asuntos Exteriores Hans-Dietrich Genscher. Faltan actas de reuniones con jefes de gobierno extranjeros y anotaciones personales de Kohl sobre acontecimientos históricos en los que participó de forma activa antes de la caída del Muro de Berlín.
Servicios de inteligencia
Un periodista independiente, que ha accedido a 45 documentos todavía custodiados por la Cancillería Federal, ha presentado una demanda para asegurarse de que también se le permita acceder a los documentos en poder de la viuda de Kohl, que viene impidiendo sistemáticamente su exposición pública. Según la ley, los documentos pertenecen oficialmente a los Archivos Federales, pero muchos de ellos no fueron entregados ni por Kohl ni por su viuda Maike Kohl-Richter, según explica el presidente del archivo, Michael Hollmann. Cualquiera que conserve archivos estatales sin una orden oficial, se arriesga a una pena de prisión de varios años por incumplimiento de la custodia.
En los procedimientos ante el Tribunal Administrativo Federal, la Cancillería ha informado que no tiene constancia de ningún otro documento oficial en poder de terceros y la viuda de Kohl alega también que no tiene constancia de que permanezcan en su poder. Los documentos parecen haberse esfumado.
Otra parte en la discordia sobre los archivos secretos de Helmut Kohl son sus dos hijos, Walter y Peter, que todavía en vida del excanciller denunciaron públicamente el aislamiento al que el anciano era sometido por su segunda esposa, que no les permitía visitar a su padre y les impedía acceder a fotos familiares o cualquier documento relacionado con Kohl. Había alejado a los colaboradores de toda la vida del excanciller, como su chófer o el biógrafo de la familia, Heribert Schwan, que fue el primero en dar la voz de alarma sobre la ausencia de importante documentación que forma parte del patrimonio histórico alemán.
Se trata de las páginas más ocultas de la historia de la reunificación alemana, las pruebas físicas de las negociaciones que Kohl y Genscher mantuvieron con los jefes de gobierno de occidente y con los principales servicios de inteligencia del mundo. Es muy posible que en esa documentación queden rastros, además, de la financiación ilegal por la que Helmut Kohl se vio obligado a dimitir, en enero de 2000. En los juicios que siguieron al escándalo, en los que quedó claro que Kohl no se había metido dinero ilegal en el bolsillo, sino que había recibido dinero que sirvió para engrasar las bisagras de la reunificación alemana, se negó reiteradamente a dar los nombres de los donantes, que se llevó a la tumba.
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