Alemania despliega el sistema antimisiles Patriot en Polonia

La segunda propuesta fue desplegar el sistema antimisiles Patriot y tampoco hubo una respuesta positiva. El ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, sugirió incluso que el armamento fuera enviado directamente a Ucrania y el hombre fuerte del PiS, Jaroslav Kaczynski, rechazó esa posibilidad.

Pero la respuesta polaca cambió después, según ha publicado 'Gazeta Wyborcza', a causa de la intermediación de Estados Unidos a través de la OTAN, y finalmente los presidentes de los dos países han escenificado esta semana en Berlín el acuerdo. «Alemania fue y sigue siendo un gran país europeo, miembro de la OTAN y nuestro vecino», dijo el presidente Andrjez Duda en el Palacio de Bellevue de Berlín. «Agradezco al presidente de Alemania la decisión de enviar las baterías Patriot a Polonia».

Duda atribuyó la negativa inicial al hecho de que «ha estado funcionando en Polonia durante algunas semanas una campaña no oficial para las elecciones parlamentarias de 2023». Steinmeier elogió por su parte el hecho de que Polonia aceptase el estacionamiento de los misiles como paso para el fortalecimiento del flanco oriental de la OTAN. Fuentes diplomáticas destacan los muchos baches en la preparación de esta visita. Los alemanes ofrecieron una conversación telefónica entre ambos presidentes, pero Duda insistió en una reunión presencial en Berlín.

El sistema de defensa aérea Patriot, fabricado por la estadounidense Raytheon, tiene un alcance efectivo de 160 kilómetros, llega a una altitud de 25 kilómetros y su detonación se activa por proximidad. Las encuestas muestran que la mayoría de los polacos está de acuerdo con su instalación, que quedará conectada al sistema de mando polaco. Pero tanto las cabezas visibles del PiS como muchos comentaristas siguen mostrando escepticismo. «La insolencia de los alemanes no conoce límites», ha escrito el articulista y excorresponsal en Berlín Bartosz T. Wielinski, que considera la medida una «interferencia en los asuntos internos polacos» y que cita al cardenal Richelieu e implora en sus editoriales: «Señor, protégeme de mis amigos».

«La oferta alemana ha sido brillante porque era demasiado buena para rechazarla», explica por su parte Jana Puglierin, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) en Berlín, que indica que el presidente Duda se ha presentado como un factor de estabilidad para las relaciones bilaterales. La diplomacia alemana confirma la enorme desconfianza hacia el gobierno de Olaf Scholz que percibe en Varsovia y la falta de un interlocutor fiable. «El asunto de las reparaciones por daños en la II Guerra Mundial es de absoluta importancia para nosotros», define sus objetivos bilaterales el ministro de Exteriores polaco, Arkadiusz Mularczyk, que amenaza con llevar sus reclamaciones ante la UE y la ONU. La consigna del Ministerio de Exterior alemán es no responder a ninguna provocación hasta después de pasadas las elecciones.