Alemania defiende a las ONGs que rescatan personas en el Mediterráneo
Continúa la tensión entre dos miembros de la Unión Europea por la tema de los refugiados
Meloni se queja a Scholz de que Alemania financie ONGs de salvamento en el Mediterráneo
Corresponsal en Centroeuropa
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Iniciar sesiónLa tensión diplomática entre Alemania e Italia, que en los últimos días se había intensificado a causa de los refugiados, toca ahora su punto de inflexión. La visita del ministro de Exteriores Antonio Tajani a Berlín ha servido para suavizar los ánimos y se ... ha convertido en un evento de perfil mucho más bajo de lo esperado, debido en buena parte al puñetazo en la mesa del canciller Olaf Scholz, que horas antes había llamado a sus socios de gobierno a la disciplina y a obtener a cualquier precio un acuerdo en Bruselas para la reforma europea del asilo.
La ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, defendió ante el italiano a las organizaciones no gubernamentales que operan en el Mediterráneo y rescatan refugiados de las aguas. Giorgia Meloni había acusado anteriormente a Alemania de injerencia, por financiar con dinero público a esas ONGs que después desembarcan los refugiados en Lampedusa, y había recomendado destinar ese dinero a la ayuda a los refugiados en territorio alemán. «Morir en el Mediterráneo nunca debe formar parte de la vida cotidiana en Europa», ha dicho Baerbock, que ha recordado también que el 95% de los refugiados rescatados en el Mediterráneo lo son por barcos italianos, no alemanes.
Tajani, por su parte, ha aclarado que en ningún caso está «en guerra» con esas organizaciones, pero que las considera un «imán» para atraer más inmigrantes a Europa que «casualmente» siempre terminan en territorio italiano. El ministro italiano ha insistido en que «ningún país debe ser dejado solo» y en que hay que evitar que los traficantes se aprovechen de la difícil situación de la población en sus países de origen. «En este sentido, la reacción debe oponerse enérgicamente a las organizaciones de tráfico de personas» y, para ello, «habría que celebrar acuerdos con los países de los que partían los migrantes». Tajani se ha mostrado partidario de la acción estratégica de Europa con inversiones que promuevan el crecimiento en África, y ha pedido «tiempo» para examinar el alcance de la última propuesta presentada en Bruselas, con la que se busca un mecanismo para obligar a todos los gobiernos de la UE a colaborar de una u otra forma en la acogida de demandantes de asilo. «Italia no ha dicho no», ha aclarado ante Baerbock.
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Ambos ministros han reconocido un «tono cordial y frando» del encuentro y han mostrado un tono conciliador y la intención evidente de no inmiscuirse con sus declaraciones en las negociaciones que sus colegas de interior llevan a cabo con el resto de ministros europeos en Bruselas, para la reforma del asilo europeo. Baerbock había rechazado abiertamente en días anteriores muy concretamente la propuesta de la denominada regulación de crisis y había dado instrucciones al embajador Michael Clauss, representante permanente de Alemania ante la UE, de no aceptar la reforma. «En vista de las preocupaciones fundamentales que siguen existiendo, Alemania no puede estar de acuerdo y, por lo tanto, se abstiene», era la posición de Clauss, que expresaba la preocupación por «reducir significativamente los estándares para quienes buscan protección, sin excepciones para menores y sus familiares o para personas con discapacidades identificables».
El gobierno alemán, formado por el SPD, los Verdes y el FDP, no quiso apoyar en julio una propuesta de la Presidencia española del Consejo de la UE para regular la crisis, debido a lo cual los estados de la UE no pudieron posicionarse para negociar con el Parlamento Europeo. Berlín justificó esto en Bruselas, en particular, diciendo que el reglamento daría a los estados de la UE la oportunidad de reducir los estándares de protección para estas personas a un nivel inaceptable en caso de una afluencia particularmente grande de inmigrantes. «En situaciones de crisis, por ejemplo, debería ser posible ampliar el período durante el cual las personas pueden permanecer en condiciones similares a las de una prisión», han explicado fuentes del gobierno, «y se podría ampliar el círculo de personas que pueden acogerse a los estrictos procedimientos fronterizos previstos». Algunos analistas habían señalado el oportunismo de este rechazo como posible maniobra política antes de las elecciones regionales en Baviera y Hesse, en la que Baerbock se mostraba preocupada por el riesgo de una afluencia aún mayor de inmigrantes.
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