Los Agnelli, la 'monarquía' italiana que se enfrenta a Giorgia Meloni

Elkann, presidente de la multinacional del automóvil Stellantis y de la Ferrari, encabeza hoy la dinastía más famosa de Italia, un tiempo considerada como una especie de familia 'real' . De hecho, Giovanni Agnelli, popularmente conocido como el 'avvocato', era visto como un monarca sin corona. Eran tiempos en que el 'Avvocato' Agnelli decía: «Lo que es bueno para Fiat es bueno para Italia». La célebre frase servía también para justificar las ayudas de las arcas públicas. La empresa que fue un símbolo de la exportación 'Made in Italy' recibió una montaña de dinero del Estado: exactamente, 220.000 millones de euros en 40 años, según publicó 'Milano Finanza'. Tienen la memoria corta los italianos, pero eso difícilmente se olvida. Por todo ello se ha seguido con el mayor interés la bronca entre Meloni y los Agnelli.

La primera ministra reprochó a la familia empresarial más famosa del país el haber privado a Italia de una de sus empresas más simbólicas, la FIAT, vendiéndola a los franceses. El origen de la bronca lo inició el periódico 'La Repubblica', el principal diario de la izquierda, propiedad de la familia Agnelli, que tituló en primera página: «Italia en venta», criticando al Gobierno por su plan de privatizar algunas cuotas de varias empresas públicas.

La primera ministra replicó de inmediato: «Que la acusación de vender Italia me venga del periódico de propiedad de quienes tomaron Fiat y la vendieron a los franceses, han trasladado el domicilio social y la sede fiscal al extranjero...francamente, desde esos púlpitos no pueden dar lecciones sobre tutela de la 'italianidad'». El grupo Stellantis, que tiene su sede en Holanda, se fundó en el año 2021 con FCA (Fiat-Chrysler Automóviles) y el grupo francés PSA (Peugeot-Citroën), resultando un holding que controla 14 empresas automovilísticas. El resultado ha sido que «Italia pasó de fabricar más de 1 millón de coches en el año 2017, a menos de 700.000 en 2022», dijo la primera ministra el miércoles en el Parlamento. La ex Fiat sigue siendo la mayor empresa industrial privada de Italia, con 40.000 trabajadores.

'La Repubblica' replicó con un editorial, viendo en las palabras de Meloni un ataque a la libertad de prensa: «Confundir la independencia de 'La Repubblica' con los intereses de su editor significa ignorar los fundamentos mismos de la libertad y la independencia del periodismo que esta redacción expresa desde el día de su fundación». Curiosamente, 'La Repubblica', que hizo una feroz campaña casi diaria contra Silvio Berlusconi por su evidente conflicto de intereses con su imperio mediático Mediaset, se ve ahora en medio de un debate por su conflicto de intereses denunciado de forma muy crítica por el senador y exministro Carlo Calenda, líder del partido centrista Azione: «Tras la compra de 'La Repubblica' por parte de Elkann se produjo un 'efecto Repubblica' en la izquierda italiana, porque Elly Schlein, líder del Partido Democrático y el secretario del mayor sindicato italiano CGIL Maurizio Landini, ya no hablan de Stellantis».

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Ángel Gómez Fuentes

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No fue casual que John Elkan revolucionara el panorama de la prensa en el año 2019, al comprar el grupo Espresso-Repubblica. Luego se deshizo del semanario 'l'Espresso', pero conserva 'La Repubblica', 'La Stampa' y una decena de periódicos regionales, además del 'The Economist'. Medios nacionales y extranjeros como el 'Financial Times' suelen destacar que en Italia existe una larga tradición de industriales que utilizan periódicos cuando necesitan dar la batalla por sus intereses. El propio Giovanni Agnelli dio ejemplo: tuvo el control del 'Corriere della Sera', primer periódico del país, y 'La Stampa'.

En el capitalismo italiano, los grandes empresarios e industriales han tenido la obsesión de fundar una dinastía traspasando la sociedad a sus hijos. Giovanni Agnelli (Turín, 1921-2003) no pudo dejar al frente del imperio a su hijo Edoardo, porque se desentendió de la empresa. Se suicidó a los 46 años, al tirarse desde un puente. El 'Avvocato' preparó para la sucesión a su sobrino Giovanni Alberto Agnelli, pero murió por un tumor al intestino a los 33 años. Giovanni Agnelli consideraba que la FIAT no podía ser dividida como si fuera una de las lujosas villas de familia u otra propiedad cualquiera. Era necesario garantizar la sucesión y el patrimonio, imponiendo un jefe de familia. La decisión recayó en el nieto mayor John Elkann, primogénito de su hija Margherita (68 años).

La trágica muerte de Edoardo fue una herida siempre abierta para Giovanni Agnelli y su esposa Marella Caracciolo, de una antigua familia noble, mujer de gran belleza. El matrimonio Agnelli formó parte del imaginario colectivo del país transalpino, como lo fue la pareja Sophia Loren y Carlo Ponti o Roberto Rossellini e Ingrid Bergman. «También los ricos lloran», se decía hablando de Marella Agnelli, una 'reina' con una vida discreta y retirada, que fue un mito de su tiempo. Con su muerte, en el 2019, tras una larga enfermedad de Parkinson, se cerró una época, pues estaba considerada el último icono italiano de estilo. Hubo en la familia Agnelli alegrías, dolores y traiciones (el 'Avvocato' fue un gran playboy y nunca lo ocultó). Y hoy siguen también algunas penas en la dinastía.

Lo paradójico es que se 'llora' por dinero. Está en juego una herencia millonaria. A la muerte de Marella Agnelli, su patrimonio fue valorado en 15.000 millones de euros. El matrimonio había donado ya a la ciudad de Turín la Pinacoteca Gianni y Marella Agnelli, proyectada por el arquitecto Renzo Piano. Fue inaugurada en el 2002 en el Lingotto, un verdadero museo con las obras maestras de su colección, entre ellas seis canaletto, siete matisse, dos picasso, un desnudo de Modigliani y 'La baiganeuse blonde', de Renoir, cuadro que estaba en su dormitorio en Villa Frescot, residencia turinesa de la familia, donde vivió y murió Giovanni Agnelli. Hoy la Pinacoteca Agnelli en el Lingotto, que fue sede de la fábrica Fiat, se ha convertido en uno de los espacios culturales más atractivos de Europa.

La batalla por la herencia del patrimonio del Avvocato causó la ruptura de Marella Agnelli con su hija Margherita, que a su vez rompió también con sus tres hijos -John, Lapo y Ginevra-, nacidos de su matrimonio con Alain Elkann.

Margherita está casada en segundas nupcias con un conde ruso, de origen francés, Serge de Pahlen, exmanager de la FIAT, con el que tiene cinco hijos. Pahlen sería un gran partidario de Putin y también un espía, afirma Catherine Belton, excorresponsal del 'Financial Times' en Moscú, en un libro traducido al italiano con el título: 'Los hombres de Putin'. Se enriquece así con un nuevo capítulo la saga de los Agnelli.

Pero la telenovela que más capítulos sigue ofreciendo es la de la herencia. Margherita Agnelli inició hace ya 17 años una encarnizada lucha legal con el objetivo de invalidar todos los actos de la herencia Agnelli. «Es una historia muy triste. Mi madre reabrió la cuestión hereditaria inmediatamente después de la muerte de mi abuelo, de una manera inesperada», dijo John Elkann a 'La Repubblica'. Pero esa ofensiva jurídica no ha impedido consolidar la estructura actual del imperio Agnelli, cuya caja fuerte es Exor, un holding financiero con sede en Holanda de 30.000 millones de euros (entre sus activos están la participación en Stellantis -Exor es el mayor accionista con una participación del 14%-, Ferrari, Philips, CNH Industrial, el grupo multimedia Gedi y Juventus).

John Elkann, casado con Lavinia Borromeo, de 46 años, con la que tiene tres hijos -Leone Mosè, Oceano Noah y Vita Talita- no ama el exhibicionismo. Tiene el poder sin ostentarlo y sus relaciones habituales son de primer nivel: Jeff Bezos de Amazon, Larry Page de Google y el expresidente Barack Obama. Contrasta la vida reservada de John Elkan con la de su hermano Lapo (46), el miembro más transgresivo de la familia, con algunos escándalos de droga y sexo.

Lapo trabajó en FIAT y fundó Italia Independent, fabricante de gafas, vendiendo la marca recientemente por un millón de euros tras sufrir pérdidas millonarias. La dinastía Agnelli ha estado ligada a la Juventus, con una historia centenaria. Fue otro Giovanni Agnelli el verdadero fundador de la FIAT (Fabbrica Italiana Automobili Torino) en 1899, cuando tenía 33 años. Su hijo Edoardo se convirtió en presidente del Juventus en 1923, equipo de fútbol que siempre estuvo en manos de los Agnelli.

Desde el 2010 al 2023 lo presidió Andrea Agnelli, primo de Elkann. Por su importante historia, es el club más seguido en Italia y seguramente el más odiado. Para comprender cómo funciona el poder en este país, es necesario comprender al Juventus, la Vecchia Signora. Pero eso, la Juve y los 100 años de una dinastía de fútbol italiano bajo los Agnelli, es otra historia.