Acuerdo inédito en Portugal: socialistas y conservadores presidirán la Asamblea de manera rotatoria

Tras la toma de posesión de los 230 diputados elegidos en las elecciones legislativas, la primera decisión a tomar parecía simple y burocrática: elegir al nuevo presidente de la Asamblea de la República, así como a los vicepresidentes, encargados de coordinar el orden de los trabajos en el Parlamento. Entonces, comenzó el caos, y una votación tradicionalmente sencilla y formal se convirtió en una demostración de la fricción que puede esperar el gobierno formado por Montenegro a partir del 2 de abril.

Portugal ha permanecido treinta horas sumido en una crisis institucional, sin poder elegir un presidente para la Asamblea de la República, sin el cual la casa de la democracia no puede funcionar. La decisión estaba prevista para el día 26, primer día de la nueva legislatura. La víspera, corrió la noticia de que Chega y el PPD-PSD habían llegado a un entendimiento para elegir al socialdemócrata Aguiar-Branco, exministro de Defensa. Varias caras del PSD desmintieron el acuerdo y los diputados de Chega se tomaron la revancha en el Parlamento.

Cuando llegó el momento de votar, sólo había un candidato, Aguiar-Branco, del PSD, cuya elección se daba por garantizada, pero sólo obtuvo 89 votos a favor, muy lejos de los 116 necesarios para el puesto. Mientras que los del PSD, CDS e Iniciativa Liberal se daban por seguros, los diputados de Chega y PS se abstuvieron para bloquear la elección.

En la segunda votación, además de Aguiar Branco, votaron Francisco Assis, del PS, y Manuela Tender, de la Chega. Y allí la tensión fue mucho mayor, por lo que era de esperar -y resultó ser así- que ninguno de los tres alcanzara la mayoría absoluta.

Sin embargo, caricaturescamente, al sumar los votos de todos los diputados de los partidos de izquierda, los 78 socialistas más los 12 bloquistas, comunistas y Livre, el candidato Francisco Assis fue dos veces -en las dos votaciones siguientes- el más votado para presidente de la Asamblea, siendo el parlamento mayoritariamente de derechas, a pesar de no tener votos suficientes para el cargo.

La votación se repitió tres veces sin consenso ni elegido. No fue hasta el miércoles que, tras varias horas de negociación entre el PPD-PSD y el PS, se alcanzó a un acuerdo inédito en la historia de la República: los dos primeros años de la legislatura serán presididos por Aguiar-Branco, mientras que los dos segundos años serán presididos por Francisco Assis.

Y es que sólo en las cuartas elecciones el socialdemócrata José Pedro Aguiar-Branco consiguió ser elegido presidente del Parlamento con 160 votos, frente a los 50 de Rui Paulo Sousa, el segundo nombre propuesto por Chega, después de que Francisco Assis retirara su candidatura. Pedro Nuno Santos cosechó los frutos de haber liderado la negociación en la oposición y de demostrar responsabilidad con el Estado, mientras que Montenegro sufrió su primera derrota política como Primer Ministro designado.

En su primer discurso como presidente, José Pedro Aguiar Branco asumió el peso institucional del cargo, prometiendo «lealtad» a los otros 229 diputados. Y garantizó ser consciente de la «imparcialidad», «equidistancia» y «rigor» de su función, en un mensaje indirecto al PS y a toda la oposición, pero también a Chega, que durante la pasada legislatura acusó sistemáticamente a Santos Silva de parcialidad.

Tras fracasar en la anterior legislatura, también Diogo Pacheco de Amorim se convirtió en el primer vicepresidente de Chega en la Asamblea de la República, con los votos favorables de los partidos de derechas. Es nieto de un monárquico próximo a Salazar y militó en el MDLP, de derecha armada, que entre mediados de 1975 y abril de 1977 es sospechoso de haber realizado cerca de 600 atentados y acciones violentas, volando coches, casas y oficinas de la izquierda comunista.