Guillermo Fariñas: «Soto es la primera víctima de la nueva violencia de Raúl»

—«Pancreatitis», esa es la causa de la muerte de Juan Wilfredo Soto, según el régimen cubano. ¿Quieren dar la idea de que murió de puro alcoholismo?

—Lo que no dice la versión oficial es que su páncreas explotó por un golpe. La pancreatitis puede ser inducida por un golpe, trauma o líquido (ácidos), o puede ser evolutiva tras un deterioro progresivo del páncreas como les ocurre a los alcohólicos. Juan Wilfredo Soto era totalmente abstemio. Por la cantidad de enfermedades que padecía —hipertensión arterial severa, era diabético, tenía insuficiencia cardíaca crónica, problemas circulatorios, la gota— nunca bebía. El Gobierno puede decir eso, habrá médicos que certifiquen que murió de alcoholismo pero todo el mundo vio cuando le golpearon y patearon.

—¿Cómo fue su funeral?

—Bastante triste e impresionante. Las fuerzas represivas de Seguridad del Estado no intervinieron en ningún momento ante nuestros gritos, ellos querían evitar cualquier tipo de incidente que exacerbara más los ánimos.

—¿Por qué le mataron?

—Para cumplir la orden que dio Raúl [Castro] en el VI Congreso del Partido Comunista cuando dijo que las plazas y las calles de Cuba podían ser defendidas de manera irrestricta y de cualquier modo por los partidarios del Gobierno cubano. Soto es la primera víctima de la nueva violencia de Raúl, de su nuevo paramilitarismo.

—Una vuelta de tuerca del régimen comunista para sobrevivir...

—Por una parte están tratando de evitar que sean condenados por la comunidad internacional —de ahí las excarcelaciones de opositores—, por otro lado quieren que la ciudadanía y la oposición se aterroricen con estas palizas que en ocasiones se convierten en letales como en el caso de Soto.

—¿Quién era Juan Wilfredo Soto?

—Una persona muy conocida, popular y querida. Un preso político que sufrió su primera detención política a los 16 años. Ha estado 30 años oponiéndose al régimen de Fidel Castro. Yo tengo 49 años, él tenía 46. Somos del mismo barrio. Recuerdo que cuando yo todavía era militar, él siempre me decía que algún día me daría cuenta de que los comunistas eran unos fascistas. Nunca se me olvidará esa frase. Era además un gran colaborador como secretario de atención a los presos políticos en el Foro Antitotalitario Unido.

—Todo ello un año y dos meses después de la muerte de Orlando Zapata Tamayo. ¿Hay salida para Cuba?

—La solución es protestar cada día de manera pacífica hasta que el Gobierno comprenda que no somos fáciles de amedrentar.

—¿Cómo es la vida después del VI Congreso del Partido Comunista Cubano?

—Ha aumentado el precio de los alimentos. La carne de cerdo subió a 35 pesos (CUC) la libra, el arroz subió, el café subió... Todo sube.

Tras concluir la entrevista, pedimos a Fariñas el teléfono de algún familiar de Soto García para poder contactar con ellos. «Tiene familiares trabajando en el Sistema Nacional de Salud, prefieren no hablar ya que si lo hacen son despedidos fulminantemente». Juan Wilfredo Soto ha dejado huérfanos a una hija de 20 años y un hijo de 14.