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Los Verdes alemanes optan por la «vía moderada»

Seis jóvenes acampados frente al Bundestag alemán llevan tres semanas en huelga de hambre, luchando a base de caldos por un adelanto de las fechas prevista para el abandono del carbón y la neutralidad climática. Ninguno de ellos votará al partido Los Verdes.

Annalena Baerbock, líder de los Verdes alemanes AFP
Rosalía Sánchez

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Todos los partidos políticos alemanes acuden a las elecciones con un nutrido programa de protección del clima, aunque en los mítines electorales no aparece como tema principal. «No son propuestas agradables ni populares, no agrada la cuestión sobre cómo debemos cambiar nuestra vida. A menudo tenemos decirle a la gente: 'no, no puedes seguir usando tu coche diésel', 'nosotros confiamos en el transporte público, en una red ferroviaria que funcione y en buenos carriles de bici», reconoce Katharina Sparrer , candidata verde en el distrito de Dinkelsbühl, que admite que no son mensajes fáciles de colocar en un mitin electoral. Pero precisamente por eso, una significativa proporción del electorado joven alemán ha dado la espalda a este partido, que llegó a aparecer como ganador en las encuestas, pero que ha perdido en intención de voto hasta quedar en el 12%. El deseo de este partido de entrar a formar parte de la próxima coalición de gobierno ha llevado a su dirección a optar por la 'vía moderada', que no entre en colisión directa con la creación de empleo.

Seis jóvenes acampados frente al Bundestag alemán llevan tres semanas en huelga de hambre , luchando a base de caldos por un adelanto de las fechas prevista para el abandono del carbón y la neutralidad climática. Ninguno de ellos votará al partido Los Verdes. Según lo previsto, las plantas alemanas de energía nuclear cerrarán definitivamente a finales de 2022, las centrales de carbón en 2030, con una reducción de emisiones de un 65% para alcanzar la neutralidad climática en 2045. Pero en el primer semestre de 2021, la energía alemana procedente del carbón aumentó un 35,5% respecto a la primera mitad de 2020. El motivo fue precisamente el clima, la disminución de los vientos obligó a tirar de la defenestrada fuente y según la Oficina Federal de Estadística las centrales alemanas que usan carbón produjeron esos seis meses 70.200 millones de kilovatios hora, un 27,1% del mix eléctrico germano. Las turbinas eólicas, por su parte, solo produjeron 57.000 millones de kilovatios hora debido a las frecuentes pausas, una quinta parte menos que en el mismo periodo del año anterior. Su participación en el mix se redujo un 7% hasta el 22,1%. Si en 2020 los parques eólicos generaron más electricidad que las centrales eléctricas de carbón por primera vez en la historia, el triunfo climático se dio de nuevo la vuelta el semestre pasado y la economía alemana vuelva a encontrarse ante una disyuntiva sin solución aparente.

Los nuevos objetivos climáticos de Alemania reducen el presupuesto de emisiones para el sector energético de 175 a 108 millones de toneladas al año en 2030, desde los aproximadamente 280 millones de toneladas actuales. El gobierno asume que unos 25 millones de toneladas serán emitidas solo por las plantas de calefacción y refinerías. Esto significa que, suponiendo que Alemania alcance su objetivo de una participación del 65% en energías renovables en 2030 y tenga un consumo total de energía de 655 teravatios hora (TWh), 229 TWh deberán ser todavía proporcionados por plantas de energía fósil, a pesar de las necesarias importaciones. Incluso si el 35% restante del mix energético lo proporcionara el gas, el carbón seguiría saliéndose del presupuesto de emisiones.

Sobre el papel legislativo, en solo diez años hasta diez millones de automóviles eléctricos circularán por las carreteras alemanas, los ciudadanos calentarán sus salas de estar con electricidad verde, en lugar de petróleo o gas, y cada vez más empresas industriales reemplazarán los combustibles fósiles por hidrógeno verde. Esta reducción ideal de emisiones tiene como efecto secundario un drástico aumento de la demanda de electricidad. « La demanda de electricidad aumentará significativamente ; esperamos un plus de alrededor de una cuarta parte para 2030», dice Max Gierkink del Instituto de Economía Energética de la Universidad de Colonia (EWI), que afirma categórico que Alemania no alcanzará el objetivo del 65% de energías renovables en el mix eléctrico en 2030 porque la expansión de la energía eólica y solar no podrá seguir el ritmo del consumo.

Los expertos de EWI estiman que el consumo bruto de electricidad en 2030 será de hasta 748 teravatios hora (TWh). Esto corresponde a un aumento de casi el 26% en el consumo de electricidad de los alemanes en 2020 y es mucho más de lo que calcula el gobierno, en cuyos planes figura una disminución 4,5% hasta los 590 TWh para 2030. Gierkink estima que el tráfico aumentará el consumo de electricidad en 64 TWh para 2030, los edificios en 17 TWh, mientras que la industria disminuirá su demanda en 15 TWh. El EWI calcula también un aumento de la demanda de electricidad de 55 TWh debido a la electrólisis, la producción de hidrógeno. En resumen, Alemania se encuentra ante una peligrosa brecha de electricidad verde , con la que solo podrá cubrir el 46% de su consumo en 2030. «Actualmente estamos siete veces por debajo de lo que realmente necesitamos cuando se trata de expandir la energía eólica, admite Katharina Sparrer , director de Desarrollo Energético de EnBW en Baden-Württemberg, que calcula un aumento de la demanda eléctrica de una cuarta parte para 2030.

La industria alemana se implica con más o menos fervor en la transición energética. RWE, a la que Axa ha dejado de asegurar por sus planes de seguir quemando lignito, se plantea ahora cubrir el hueco con el gas y presentar la decisión a los accionistas por el lado del ebitda, que mejoraría el precio de la acción desde los 33 a unos 50 euros. Bayer y BASF han anunciado que operarán de manera climáticamente neutra en 2030. Lanxess en 2040. Pero solo podrán cumplirlo con una oferta suficiente de electricidad verde. Más de 30.500 turbinas eólicas y más de 1,5 millones de sistemas solares cubren actualmente el 43% de las necesidades de electricidad de Alemania. En diez años, de acuerdo con los planes del Gobierno, sería necesario que las eólicas produjesen una potencia total de 69.000 megavatios (MW) y esto requeriría una adición de al menos 3800 MW por año. En otras palabras: tendrían que instalarse al menos 3,5 aerogeneradores por día. «En 2019, sin embargo, solo se construyeron 0,5 aerogeneradores por día», lamenta Güsewell, «las energías renovables ni siquiera podrán cubrir la mitad del consumo eléctrico en 2030».

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