El supuesto «atentado» a Maduro, plagado de incógnitas por resolver

Pese a que el presidente aseguró que fue un atentado para matarle, desde la oposición se pone en duda esa versión y se califica lo sucedido de «confuso evento» que se puede «utilizar como excusa» para la represión. En las redes sociales se dispararon las teorías, entre ellas la de una explosión de gas en un apartamento que causó alarma y que por confusión se derribaran drones de una cadena de televisión, lo que habría desatado el pánico.

Maduro sostiene que «todo apunta a la derecha, a la ultraderecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado». También dijo que fueron «capturados parte de los autores materiales», aunque no facilitó sus nombres. Mientras, en Twitter surgió un grupo de «militares y civiles patriotas» llamado Soldados de Franelas que reivindicó la acción. No está claro si este grupo es el mismo que suscribiría un comunicado leído por la periodista venezolana afincada en Miami Patricia Poleo, que integrarían «oficiales, suboficiales, clases y soldados en situación de activo o en la reserva activa».

En un principio, el ministro de Información, Jorge Rodríguez, aseguró que las detonaciones «generaron algunas heridas en siete efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana que se encontraban en el desfile». Sin embargo, otras informaciones señalan que los siete militares resultaron heridos en la estampida que se desató en la avenida Bolívar.

Según Maduro, tras el atentado hay «financieros que residen en Florida», pero no ha aportado más datos para esa afirmación y EE.UU. ha negado tener nada que ver.

Tras el presunto ataque, se interrumpió la emisión por TV del desfile militar y varios periodistas que cubrían el acto fueron detenidos; algunos fueron obligados a borrar sus imágenes.