La tormenta egipcia barre la Unión por el Mediterráneo
En estos momentos está copresidida por Hosni Mubarak
enrique serbeto
La sacudida tectónica en el mundo árabe ha provocado la práctica implosión de la Unión por el Mediterráneo (UpM), creada en 2008 como un ambicioso instrumento de cooperación política. Nunca ha sido capaz de volver a reunirse después de la cumbre fundacional en París ni ... de renovar sus estructuras, lo que ha llevado al hecho —tan delicado desde el punto de vista diplomático— de que en estos momentos está copresidida por Hosni Mubarak, junto al presidente francés Nicolás Sarkozy. Si el conflicto árabe-israelí era hasta ahora la principal causa de divergencias, las revueltas en Túnez y Egipto han añadido factores aún más complicados.
El Palacio de Pedralbes de Barcelona es la sede oficial de una organización que el ministro de Exteriores italiano, Franco Fratini, ha reconocido esta semana que no es más que «una cáscara vacía». Tan vacía que su primer y único secretario general, el jordano Ahmad Masadeh, presentó su dimisión la semana pasada.
El Gobierno español apostó todas las cartas en esta organización, permitió que se superpusiera sobre el antiguo «proceso de Barcelona» y peleó con uñas y dientes por quedarse la sede hasta el punto de que tuvo que renunciar a dar muchas otras batallas. La segunda cumbre de la UpM figuraba como uno de los asuntos más destacados del semestre de presidencia española, pero el entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, fracasó en su intento de convocarla, a pesar de que pidió ayuda a EE.UU. Esa cumbre sigue oficialmente «suspendida» sin fecha.
La diplomacia europea considera a la UpM en estado de «revisión» puesto que «sus estatutos no son compatibles con el Tratado de Lisboa» a la hora de establecer el turno de copresidencias. Aunque es un hecho que hasta ahora tampoco había sido posible encontrar en la orilla sur del Mediteráneo un acuerdo para sustituir a Mubarak, antes de que las revueltas le convirtiesen en un dirigente con el que nadie quisiera aparece fotografiado. Portavoces de Catherine Ashton reconocen en privado que «los problemas se acumulan» sobre la mesa de la Alta Representante, «cuando ni siquiera habíamos tenido tiempo de poner orden en los estatutos de la UpM».
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