Trump desafía a las redes sociales con nuevas reglas
La Casa Blanca acusa de censura a las plataformas de internet
En el centro de esta batalla política se encuentra una legislación hasta ahora poco conocida pero que ha sentado los cimientos del internet actual: la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996 . En su sección 230, establece: «Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o portavoz de ninguna información proporcionada por otro proveedor de contenido o información». Gracias a ella, hasta ahora las grandes empresas de internet, como Facebook o Twitter, no han sido responsables legales de lo que se ha publicado en ellas.
El presidente Trump denunció el jueves que esas redes sociales «han tenido un poder incontrolado para censurar, restringir, editar, dar forma, ocultar y alterar prácticamente cualquier forma de comunicación entre los ciudadanos particulares y entre las grandes audiencias. No hay precedente en la historia de EE.UU. de que un número tan pequeño de empresas controlen una esfera tan grande de interacción humana. No podemos permitir que eso siga sucediendo».
Antes Twitter había etiquetado como falsos dos mensajes de Trump sobre supuesto fraude en el voto por correo. Después del decreto, la red social añadió a otro mensaje del presidente sobre los disturbios raciales en Minnesota un mensaje en el que le acusaba de violar los términos de uso por «glorificar la violencia». En ese mensaje censurado, el presidente decía «cuando los saqueos comienzan, comenzarán también los disparos». Luego, Trump negó en otro mensaje que estuviera amenazando con ordenar disparar a los manifestantes.
Lo que el presidente ha ordenado es que el secretario (ministro) de Comercio Wilbur Ross prepare con el fiscal general (ministro de Justicia) William Barr un nuevo marco regulatorio con la Comisión Federal de Comunicaciones, que supervisa el sector de internet. El objetivo es forzar a las redes sociales a hacerse responsables de lo que publican , incluida la moderación de comentarios. De ese modo, si etiquetan o borran comentarios del presidente o de otros, pueden enfrentarse a denuncias por censura, que es lo que Trump busca en este caso en concreto.
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